Cuando quedan semanas para el inicio del curso 2020-2021 en la Universidad de La Laguna (ULL), que arrancará el próximo 5 de octubre, la institución ultima los preparativos para afrontar una docencia atípica debido a la pandemia de coronavirus. Así, este año las clases comenzarán de manera semipresencial y, además, ante posibles contratiempos por el virus, ya se ha contemplado cómo trasladar la totalidad de la enseñanza a un plano virtual.
Jorge Riera, vicerrector de Agenda Digital, Modernización y Campus Central explica cómo la preparación de cara a este curso ha llevado a prever varios escenarios. En un principio, se comenzará con esa “presencialidad adaptada” en la que se utilizarán las cámaras y el resto de materiales para dar clases en grupo rotatorios que acudirán parcialmente a las aulas o seguirán las clases por videoconferencia para evitar aglomeraciones.
En este sentido, la ULL ha invertido un total de 111.726’75€, que incluyen la adaptación de las aulas con la adquisición de más de 200 cámaras y 1.700 micrófonos para la docencia a través de videoconferencias, así como en dispositivos electrónicos y en el cableado necesario para realizar toda la instalación.
Para hacer posible el seguimiento de las clases a través de videoconferencia, la institución también pagará por hacer uso del sistema Meet de Google. Este sistema era gratuito hasta el pasado 1 de septiembre y estaba abierto a la realización de conferencias sin límite de asistencia, lo que permitió a los centros continuar la docencia tras la abrupta suspensión de la presencialidad por la pandemia.
“Ahora solo es gratis para un máximo de diez asistentes, así que para afrontar el volumen de videoconferencias que hay en la universidad hemos adquirido este sistema por unos 60.000 euros al año”, trasladó Riera.
Por otro lado, y ante la posibilidad de que toda la docencia se deba hacer de forma virtual, se ha realizado una “importante” inversión de 262.000 euros en infraestructuras. “Es decir, hemos apostado por nuevos servidores más potentes que permitirán a los casi 20.000 estudiantes ser evaluados online”, precisó.
Además de en infraestructuras, en materia de virtualización de docencia se ha adquirido un sistema por valor de 282.000 euros que permitirá trasladar los laboratorios al ordenador. Es decir, los alumnos podrán desarrollar sus prácticas a través de sus portátiles, sin tener que instalar programas específicos ni estar en las aulas de informática de la universidad.
A la hora de proveerse de los recursos necesarios, el vicerrector de Modernización cuenta que se ha vivido un problema de organizativo “importante” ya que al ser la ULL pública, se ha tenido que acoger a los procedimientos de licitación y contratación del sector, algo que no ha ocurrido con otras empresas privadas.
“Afortunadamente la anticipación ha dado frutos y a pesar de la rotura de stock que existe con las cámaras y otros dispositivos, ya los estamos empezando a recibir. La pasada semana llegaron unas 50 cámaras y ya teníamos otras 154 aquí”, contó Riera.
Con el material prácticamente disponible, Riera asegura que “todo apunta a que estaremos preparados para este inicio de curso y actualmente lo que estamos haciendo son las instalaciones”.
BRECHA DIGITAL
Desde la institución también se han planteado reducir la brecha digital suministrando tanto equipos de conexión como ordenadores portátiles a aquellos estudiantes que acrediten no disponer de las condiciones económicas suficientes para tener acceso a estos dispositivos.
Será a través del Vicerrectorado de Estudiantes desde donde se articulen los mecanismos para llegar hasta el alumnado de escasos recursos, ya que es el departamento con experiencia en la gestión de asuntos asistenciales.
“Efectivamente, será a través de una convocatoria específica y ágil del Vicerrectorado de Estudiantes como se determinará, con una baremación, cuáles son aquellos alumnos que acreditan estar en condiciones de recibir esos recursos”, informó Riera.
No obstante, también para el alumnado en general, incluso para aquel que no tenga dificultades económicas, el vicerrector de Modernización adelanta que se ha “sobredotado” a la biblioteca de un sistema de préstamo de ordenadores portátiles a los que puede acceder cualquier estudiante. En concreto, se ha engrosado con 195 portátiles de préstamo más, que se suman a los ya existentes.
También en la línea de acabar con la brecha digital, Néstor Torres, vicerrector de Innovación Docente, Calidad y Campus Anchieta, apunta que se ofrecerán cursos en línea al alumnado de nuevo ingreso, que son unos 4.500 estudiantes, con el fin de que se familiaricen con todos los recursos de información y comunicación que la institución pone a su disposición.
“La idea es que el alumnado tenga desde el primer momento esa referencia. Esto lo intentamos siempre, pero será especialmente relevante en este curso en el que la docencia en línea va a ser una componente muy importante”, expuso Torres.
Y de cara al profesorado, cuenta que en marzo, cuando se tuvo que dar la docencia de forma no presencial, se cometieron acciones formativas dirigidas a este sector.
Más allá de eso, y teniendo en cuenta que “este curso iba a tener un componente de no presencialidad muy elevado”, Torres explica que se ha diseñado un programa en dos etapas dirigido a que el profesorado adquiera un nivel básico en el manejo de las distintas herramientas de información y comunicación”.
Autorizada a impartir la docencia de forma virtual
En el primer momento de la pandemia, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), el Ministerio de Universidades y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación elaboraron un plan de acción con indicaciones para impartir docencia este curso. En base a esto, se instó a las universidades a elaborar unas Adendas Generales que establecen de qué forma será la enseñanza en estas condiciones especiales y, en el caso de la ULL, ese documento ya fue aprobado en Consejo de Gobierno.
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