El Toyota número 8, pilotado por el suizo Sebastien Buemi, el japonés Kazuki Nakajima y el neozelandés Brendon Hartley, se ha alzado este domingo con la victoria en la 88ª edición de las 24 Horas de Le Mans, una cita libre de incidentes y en la que la marca japonesa se hizo con su tercer triunfo consecutivo en la cita.
El LMP1 híbrido número 8, que en los dos últimos años había ganado también con el español Fernando Alonso al volante, no encontró oposición después de la avería en el turbo del su coche ‘hermano’, el número 7 pilotado por el inglés Mike Conway, el argentino José María ‘Pechito’ López y el japonés Kamui Kobayashi, que se vio obligado a entrar en boxes y perder siete vueltas cuando estaba liderando la cita.
Aun así, consiguieron ser terceros por los problemas mecánicos del Rebellion número 3 cuando restaba una hora para concluir la cita. La segunda posición fue para otro Rebellion, el número 1 pilotado por el brasileño Bruno Senna, el estadounidense Gustavo Menezes y el francés Norman Nato.
Por su parte, los dos españoles en liza, Miguel Molina, a bordo del Ferrari número 71 en la categoría LMGTE-Pro, y el expiloto de Fórmula 1 Roberto Merhi, a bordo del Eurasia número 35 en LMP2, no gozaron de demasiada fortuna en la cita.
El equipo del gerundense se vio obligado a abandonar por problemas en el coche en una carrera en la que se impuso el Aston Martin Vantage número 97 de Maxime Martin, Alex Lynn y Harry Tincknell, mientras que el del castellonense no tuvo opciones por las dificultades al volante del japonés Nobuya Yamanaka. En esa categoría, el ganador fue el United Autosport número 22, propiedad del jefe del equipo McLaren, Zak Brown, y que pilotan Phil Hanson, Flilipe Albuquerque y Paul di Resta.