El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, señaló ayer que el Ministerio de Interior está ultimando un espacio en la isla de Gran Canaria para poder alojar a los migrantes las primeras 72 horas tras su llegada, en lugar de estar en el Muelle de Arguineguín, en el municipio de Mogán, donde ayer había unas 1.000 personas. Y volvió a ser un día atareado para los servicios de Salvamento Marítimo: unas 375 personas llegaron a las Islas. En uno de las embarcaciones había un fallecido.
Con el Muelle de Arguineguín lleno de gente, incluidos tres niños menores de cinco años, Torres hizo este anuncio después de recibir a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, la primera mujer en ocupar este cargo, a quien agradeció el trabajo que los agentes desarrollan en el Archipiélago. Especialmente ahora, con la crisis migratoria, que ha supuesto ya la llegada de más de 9.000 migrantes en lo que va de 2020.
En plena tensión política por la situación, con algunos partidos acusando de desidia al Gobierno central, Torres aseguró que la situación se asemeja a la del año 2006, epicentro de la crisis de los cayucos, cuando llegaron más de 30.000 personas. Según el presidente canario, en ese momento también hubo imágenes “dramáticas y avergonzantes”, y “ataques políticos” Sin embargo, el mandatario apuntó que al “hambre, a las guerras, a la crisis climática” que asola a África se une la pandemia por el coronavirus, que también afecta al continente y que aquí, en España, dificulta mucho poder hacer vuelos de devolución.
El viaje a Canarias buscando oportunidades no cesa. Entre las 375 personas de ayer estaban los migrantes de un cayuco con 11 pasajeros rescatado el día anterior a 400 kilómetros al suroeste de Gran Canaria, con un fallecido a bordo por el mercante Wadowice II, con bandera de Bahamas, que se encontró con el Guardamar Talía a 150 kilómetros de Gran Canaria para que se hiciera cargo de los 10 supervivientes. Luego enfiló al Puerto de Las Palmas y entregó el cuerpo del fallecido, para que le hicieran la autopsia.
Entre las sorpresas del día estuvo la llegada de una patera que entró directamente con 24 personas al Muelle de Arguineguín a las 9.30 horas de la mañana, ante la mirada estupefacta de los cientos de migrantes que se agolpaban en el Muelle y de los distintos voluntarios y trabajadores de Emergencias y Salvamento Marítimo. Hacía años que una barca de este tipo no entraba por sus propios medios al Muelle.
Separados de sus madres
Ayer también salieron a la luz diez casos de niños inmigrantes separados de sus madres en la provincia de Las Palmas mientras les hacían las pruebas de ADN para asegurarse de que eran familia, según informa Canarias Ahora. El fiscal superior de Canarias, Luis del Río, explicó a ese diario que se está revisando el protocolo. “Estamos estudiando por qué se hace en Las Palmas y si esto es lo más adecuado. La prueba tarda, y si realmente son madre e hijo, esta separación durante tanto tiempo puede ser contraproducente”, subrayó. La Consejería de Derechos Sociales ha mostrado su rechazo por estas separaciones: “En Tenerife no se hace”, afirman desde el departamento, que tiene bajo su tutela a 1.200 menores migrantes en Canarias y que pide a la Fiscalía de Menores de la provincia de Las Palmas un criterio claro y por escrito.
Morales critica la desidia de Europa y la tibieza de España
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, afirmó ayer que no es casualidad el “hacinamiento” en Arguineguín: “Europa tiene una clara estrategia para impedir que las personas migrantes lleguen al continente y convierte a Gran Canaria en una cárcel sin que España le plante cara”, afirmó ayer tras un acto.
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