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Inglaterra aplica esta medianoche el confinamiento que castiga a Canarias

Las Islas, como Roma, se despiden del ‘volaré’ por las restricciones europeas. La patronal hotelera de Las Palmas pide cambiar de estrategia para salvar al sector:”Los corredores seguros son humo”
La ciudad transalpina depende en un 60% del turismo, mientras la economía canaria lo hace de esta actividad productiva en un 35%. Europa Press

“No creemos que los turistas vuelvan hasta 2021”. Quien se expresó con esta rotundidad el pasado mes de abril, en declaraciones a EL ESPAÑOL / DIARIO DE AVISOS, fue la alcaldesa de la capital italiana, Virginia Raggi, que tras mantener diversas reuniones con empresarios locales ya entonces no veía un horizonte esperanzador para esta actividad productiva, al menos, hasta el año que viene. Ahora es el sector turístico canario el que se ha llevado un jarro de agua fría, al ver que las medidas restrictivas que están adoptando sus principales países emisores, Alemania y Reino Unido, menoscaban sus oportunidades de recuperar la temporada más fuerte de las Islas: la de invierno.

Y es que existen varios elementos comunes entre Roma y Canarias, considerando que la economía de la ciudad transalpina depende en más de un 60% del turismo, mientras que en el Archipiélago esta cifra se situaría en el 35%. Es decir, que la crisis sanitaria ha tocado de lleno sus ingresos y, por ende, la creación de puestos de trabajo. Ese es el panorama al que deberá enfrentarse la comunidad, que, sin embargo, había logrado contener el avance de la pandemia endureciendo las restricciones, sobre todo a lo largo de agosto, que dejó de ser el mes inhábil por antonomasia a convertirse en el momento clave para poner freno a los contagios, no en vano albergó hasta cuatro Consejos de Gobierno regionales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer ayer que el número de visitantes que arribaron al Archipiélago en septiembre experimentó un descenso muy pronunciado: hasta un 90% respecto al año pasado. Un dato que pone de relieve la crítica situación del sector, unido a que, al término del último Consejo de Ministros, celebrado en la misma jornada, la portavoz del Ejecutivo central, María Jesús Montero, anunció que la Administración estatal rescatará a la compañía aérea Air Europa con una inyección de 475 millones de euros, procedentes del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. De hecho, es tal el punto al que han llegado las empresas turísticas y, en especial, los alojamientos, que la patronal hotelera de Las Palmas de Gran Canaria, FEHT, advirtió por medio de su presidente, José María Mañaricúa, que “habrá que dejar de hablar de corredores turísticos seguros”. En este sentido, quiso señalar, como ejemplo de que, bajo su punto de vista, son “una mentira de esta crisis”, que a dichas estrategias “no se les ha dado publicidad porque -dijo- no hay acuerdos entre países ni test”.

Estas declaraciones se produjeron a escasas horas de que entre en vigor -desde medianoche hasta diciembre- el paquete de medidas al que dio luz verde la semana pasada el Gobierno británico, que incluye un confinamiento domiciliario parcial, la paralización de todos los servicios no esenciales en Inglaterra, excepto las entregas a domicilio de los restaurantes, y la prohibición de los desplazamientos, tanto nacionales como internacionales, salvo por motivos justificados; hecho por el que TUI ya ha adelantado que cancelará todos su vuelos procedentes de Inglaterra y Gales. Esto es, que como mínimo una de las naciones que componen Reino Unido volverá al hermetismo que la Administración de Boris Johnson trató de imponer al inicio de la crisis. Una tesitura muy parecida a la del segundo país que más turistas exporta a Canarias, Alemania, que decretó el lunes la clausura de la hostelería durante 28 días, aunque a diferencia de su entorno (Francia y Bélgica incluidas), todavía la canciller germana se resiste a poner sobre la mesa un confinamiento al uso. Es más, lo evitará “en lo posible”.

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