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Comercio y restauración, con la salud, pero temen una “estocada”

Los empresarios afirman que las medidas del Gobierno supondrán el “cierre definitivo” de muchos restaurantes y locales de Tenerife y reclaman de forma paralela un plan de rescate

Las restricciones impuestas por el Gobierno regional en la isla de Tenerife, que fueron publicadas anoche en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) y que entrarán en vigor a las 00.00 horas de hoy, suponen, en opinión del sector del comercio y el de la restauración, “la estocada final”. Sus representantes opinaron ayer que, desde que se desató el segundo brote de la pandemia en la Isla, no han dejado de “agonizar”. Se muestran comprensivos con los esfuerzos del Gobierno para intentar salvaguardar la salud de la sociedad sin dañar a la economía, pero “hacerlo sin un plan de rescate paralelo es un suicidio colectivo”, sostienen.

En esta línea se expresaron ayer empresarios y representantes del sector comercial y del ocio y la restauración de la Isla, que calificaron el decreto que se publica hoy como un “confinamiento encubierto” y una vuelta a la fase cero del estado de alarma.

El secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, aseguró, sin tapujos, que estas medidas suponen “la estocada final” para el sector de la restauración de la Isla y, sobre todo, del área metropolitana, así como el “cierre definitivo” de muchos pequeños comercios. “Hay algunas tiendas, sobre todo en el centro de Santa Cruz, donde solo estará permitida la entrada de una persona, y muchos restaurantes cerrarán, puesto que, al no tener zona al aire libre, se verán obligados a ello”.

Moujir indicó que la medida anunciada por el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, de conceder autorizaciones exprés para instalar terrazas de bares y cafeterías en la ciudad, es “muy positiva”, pero advirtió que a algunos locales “no les saldrá rentable, ya que el espacio que tendrán será muy reducido, una o dos mesas, y, además, solo para convivientes”.

Por este motivo, Moujir insistió en la necesidad de aprobar ya “un plan de rescate” para el sector. “Como no puede ser de otra manera entendemos que hay que tomar medidas para reducir los contagios en la Isla, pero hacerlo sin un plan de rescate paralelo es un suicidio para el sector”. Explicó que Alemania adoptó hace poco unas medidas similares, pero, al mismo tiempo, el Gobierno de Angela Merkel dio a los empresarios del sector el 75% de lo que habían ganado en el mismo periodo del año anterior. “Nosotros no pedimos el 75%, nos conformamos con el 50%, porque ahora, a final de mes, llegan los pagos a la Seguridad Social y eso no nos lo perdonan. Muchos comercios van a tener que pagar estando cerrados”, aseguró.

Además, manifestó que, en el caso del comercio, la limitación de los aforos “hará mucho daño, porque se formarán muchas colas y la gente terminará no comprando”. Moujir lamentó que, “a finales de este mes, muchos comercios y restaurantes habrán cerrado, con lo que supondrá esto para la economía y el empleo en la Isla. Estas medidas van a agilizar el cierre definitivo de muchos locales”.

Josué Pardo, presidente de la Asociación Canaria de Hostelería (ACH) Atlántico, aseguró también que los empresarios del sector de la restauración están en una situación “límite” mientras esperan por “unas ayudas que no llegan”. Pardo defiende que “la inmensa mayoría” de los locales que ofrecen servicios de restauración en Tenerife no abrirán a partir de mañana, ya que, “o no tienen terrazas, o saben que manteniéndolas abiertas no será suficiente para salir a flote”.

Este empresario asegura que el cliente que actualmente se sienta en una terraza, ya afectado por la crisis de esta pandemia, lo hace para consumir un café o una cerveza, y que ahora, con la prohibición de sentarse junto a personas no convivientes, el euro de esa consumición no bastará para permanecer abiertos. Y si bien es cierto que algunos restaurantes ya están ofertando cenas y almuerzos a domicilio de cara a las fechas navideñas, Pardo invita a ser “realistas”: “La temporada de Navidad no se salvará, es una minoría la gente que compra estos menús en vez de cocinar durante esos días. En España no hay hábito sino de llamar para una pizza o comida asiática”.

Por todo esto, apuntó que las nuevas medidas no suponen más que “dar la puntilla” a un sector que ya tenía un panorama “gris” y que ahora lo tendrá “negro oscuro”. Dice, además, que le han llamado empresarios “totalmente hundidos”, que no pueden hacer frente a los pagos: “He llegado a temer por su salud”, lamentó.

Pero es que las medidas que entran en vigor hoy no solo afectan al pequeño comercio, sino también a las grandes superficies, puesto que se les limita el aforo, por plantas, al 33%, y el del parking, al 50%. El secretario general de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Alfredo Medina, calificó estas medidas de “duras, que nos afectan de lleno”. Aunque valoró el esfuerzo que está realizando el Gobierno canario para reducir el índice de contagios en la Isla sin que esto afecte a la economía, reconoció que, sin duda, tendrán “un efecto directo sobre el empleo y la economía.

Medina explicó que a partir del sábado muchos centros comerciales tendrán que modificar, incluso, sus horarios, ya que al fijarse el toque de queda a las 22.00 horas “habrá que adelantarlo a las 21.00”.

El secretario general de las patronales de las cadenas de distribución admitió, no obstante, que esperan, a partir de la próxima semana, un “repunte del comercio online”, al haber restricciones de horarios.

El secretario general de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), Eduardo Bezares, señaló que lo primero es “preservar la salud de las personas” y, desde esa óptica, aseguró que el tejido empresarial de la Isla “cumplirá con responsabilidad las medidas” con la esperanza de que estas “surtan efecto”. Dicho esto, el secretario general de la patronal echó en falta una mayor “planificación” a la hora de darlas a conocer y una “redacción más didáctica para que no generen tantas incertidumbres” entre la población. Bezares indicó que el sector del ocio y la restauración ya lleva nueve meses “sufriendo” y que la campaña de Navidad que siempre servía para aguantar el 2021 y cubrir las pérdidas del 2020 “este año se da ya por perdida”. “Estas medidas ponen contra las cuerdas al sector en la Isla y, por ello, insistimos en que deben ir acompañadas de medidas extraordinarias”, manifestó.

Por su parte, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) arguyó ayer que la pandemia del coronavirus y su prolongación en el tiempo está llevando a las empresas de las Islas a un punto de “no retorno”. Por ello, entienden que resulta imperativo aprobar sin más dilación la prórroga efectiva de mecanismos de flexibilidad, como los ERTE, “durante el periodo que sea necesario”. También vio indispensable articular medidas “más contundentes” que den ayuda directa a las empresas que logren garantizar la supervivencia del tejido productivo y del empleo que genera.

La patronal resaltó que la tendencia negativa de la economía nacional tiene en Canarias mucha mayor intensidad que en el total del país, lo que vuelve a constatar el mayor impacto sobre el territorio de los efectos de la COVID-19 y las fuertes medidas adoptadas para su contención todavía vigentes.

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