Izquierda Unida Canaria (IUC) solicitó esta semana al Ayuntamiento de Tazacorte su implicación ante la Consejería regional de Educación y la compañía Endesa para resolver los problemas ocasionados por la falta de potencia energética contratada en el CEO Juan XXIII. Los continuos cortes de luz durante todo este curso, de forma permanente desde el pasado 25 de noviembre, están obligando a desarrollar una actividad docente muy precaria.
El alumnado, el profesorado y el personal de administración y servicios del referido centro se ven imposibilitados a encender la luz en las aulas, a utilizar los ordenadores, proyectar presentaciones, reproducir música o a hacer fotocopias, ya que la potencia contratada en la actualidad solo permite, por ahora, el funcionamiento de un congelador del comedor escolar y de un ordenador de secretaría.
Desde la formación de izquierdas consideran que, tras los meses de confinamiento, esta situación “es tremendamente perjudicial para nuestros niños y niñas. De nuevo, la enseñanza pública recibe el varapalo de los servicios privatizados, como el energético, sin que las instituciones sean capaces de gestionar rápidamente en favor de la ciudadanía”.
Durante los días nublados de este otoño e invierno, como afirman les han trasladado miembros de la comunidad educativa, relatan que “en las aulas del primer piso del edificio cuesta incluso ver la pizarra, todo ello en un ambiente de total penumbra en el que ni siquiera suena el timbre al final de cada sesión”.
Para IUC, se debe exigir a Endesa que no deje sin luz al centro bagañete, dada su relevancia para el desarrollo local.
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