patinaje artistico

Amenazas e insultos a deportistas en el Pancho Camurria

Los cuatro clubes de patinaje de Santa Cruz, que entrenan a diario en el pabellón santacrucero, están hartos de hacer deporte junto a decenas de personas sin techo y que tienen actitudes violentas, que se alojan por la noche dentro y pululan por los alrededores durante el día
Amenazas e insultos en el Pancho Camurria
Amenazas e insultos en el Pancho Camurria

Hablamos con Adolfo. Es el presidente y entrenador del Axel Santa Cruz, uno de los cuatro clubes de patinaje artístico que entrenan en el Pabellón Pancho Camurria. “Estoy harto. Estamos hartos”. Su voz suena a cansada, al mismo tiempo que indignada. Nos cuenta que los cuatro clubes de patinaje de Santa Cruz de Tenerife (Isanir, Dolphins, Añazo y Axel Santa Cruz) y la Escuela Municipal llevan 15 años sufriendo “situaciones de indigencia, insalubridad, acoso, amenazas y agresiones por parte de las personas que habitan en torno a dicha instalación”. Los cuatro piden a gritos una solución inmediata. “Somos deportistas, menores, personas de este municipio y nos sentimos en situación de vulnerabilidad”, aseguran en un escrito conjunto remitido a DIARIO DE AVISOS.

Pero lejos de mejorar, esta delicada convivencia ha incluso empeorado desde diciembre. Ahora el problema ya no está solo en el exterior, también reside en interior.

A finales del pasado año la concejalía de Acción Social, encabezada por Rosario González, destinó una parte del pabellón al alejamiento de estas personas que se encuentran en una clara situación de vulnerabilidad. “Nosotros ya teníamos problemas, pero ya con esa decisión saltaron todas las alarmas. Separaron una cuarta parte del pabellón con unos tablones. Ahí instalaron camas, para que por la noche se quedaran ahí, no por fuera”, explica Adolfo Pintor, quien nos relata el calvario que pasan los usuarios de esta instalación deportiva santacrucera.

200 niñas a la semana entrenan ahí. 150 de los cuatro clubes que hay y unas 50 de la Escuela Municipal. “De cuatro a diez de la noche están entrando y saliendo menores. Cuando ha pasado algo, o nos tiran piedras o latas de cerveza, llamamos a la Policía y muchas veces pasan con el coche patrulla y ni siquiera de bajan. Y cuando se bajan, nos dicen que no pueden hacer nada. Lo normal es que orinen, hagan sus necesidades en las paredes o se bajen la ropa. Se han llegado a masturbar viendo a las niñas”, añade el también técnico del Axel, quien teme que pase algún suceso grave de verdad. “Ya no sabemos qué hacer. Estamos desesperados. Deportes nos entiende, pero no pueden hacer nada. La concejala nos ha visitado, ha visto lo que está pasando y flipa. Y la de Acción Social nos dice que ella pasa por la mañana y no ve nada. El otro día las madres se le echaron encima porque están indignadas. Ya le hemos dicho que no espere a que pase algo grave para ponerle solución. Nos asegura que van a poner remedio, pero no se resuelve nada. Las puertas siguen estando orinadas y defecadas, los colchones en la entrada y todo lo que van recogiendo de la basura, las van poniendo por fuera del pabellón o en el interior”.

Estos cuatro clubes se han reunido con los responsables de la concejalía de Acción Social con el fin de buscar una solución inmediata y para transmitir la enorme preocupación que sienten los padres de las menores que allí entrenan a diario. “Nos dijeron que iban a estar controlados por un agente de seguridad y con garantías de limpieza. Ninguna de las promesas se han cumplido. La medida de alojarlos en el pabellón iba a ser provisional y ya nos han comunicado que estarán dentro hasta abril, como mínimo”, comenta Adolfo.

De hecho, la ocupación de esta instalación deportiva, que en su momento fue ideada como un parche, aumenta cada vez más. En principio este campamento provisional estaba previsto para unas 30 o 34 personas. “Ahora son muchos más, porque hay personas del norte de África o algunos migrantes que llegaron en patera a Las Palmas y que luego aparecieron en el Puerto de la Cruz. Esos también acabaron en el Pancho. Si esto estuviera al lado del Cabildo, no pasaría. Pero como es aquí, que no se ve, no pasa nada”, se queja Adolfo.

Otra circunstancia que parece tan increíble como absurda es la nula comunicación que existe entre la concejalía de Deportes y la de Acción Social. La primera no puede hacer nada por ayudar a los clubes y a la propia Escuela Municipal de patinaje que entrena en el mismo recinto. Pero además tampoco conoce los movimientos que hace la otra concejalía. “Deportes se enteró por las redes sociales de que estas personas iban a ser alojarlas dentro del pabellón. No es que la de Acción Social se reuniese con la de Deportes y que se pusieran de acuerdo para cederles el pabellón. Se enteraron por las redes sociales un viernes y el domingo ya estaban dentro. De hecho yo se lo comuniqué a la concejala de Deportes, a la que se saltaron. Esta es una decisión y una responsabilidad de la concejala de Acción Social. Como está enfrente del albergue, no se ve y dentro no se practica ni fútbol ni baloncesto, pues adelante”, protesta el responsable del Axel.

Con este panorama, lo normal es que muchos padres hayan decidido quitar a sus hijas de los clubes. El descenso de integrantes ya lo están notando los clubes, como reconoce el dirgente del Axel. “Hay muchos padres que han quitado a las niñas de los clubes. Esto nos ha afectado bastante, porque no están dispuestos a soportar esto toda la semana. Están contentos con la labor que realizamos, pero están hartos, como nosotros también”, sentencia.

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