El Parque Rural de Teno se encuentra en el extremo noroccidental de Tenerife y comprende parte de los municipios de Buenavista del Norte, Los Silos, El Tanque y Santiago del Teide. Es un entorno casi salvaje cuya rica avifauna hizo que fuese declarado Zona de Especial Protección para las Aves, por parte de la Unión Europea.
En los acantilados de Los Gigantes, concretamente, se refugia el águila pescadora, más conocida como el guincho, un ave con un gran arte para la pesca, pero delicada en su vida diaria, que se mueven en aguas claras.
Miry Villalba, jefa de agentes de Medio Ambiente del Parque Rural de Teno, describe la zona como “un santuario de vida”.
El guincho, al igual que otros animales -como el lagarto gigante de Tenerife-, no está exento de amenazas en nuestro Archipiélago. En estos últimos años, la población de estas aves se ha visto disminuida por las amenazas del hombre. Villalba incide en que “de las 18 parejas que se tenían, ahora solo hay siete”. Esta bajada “es debido a las perturbaciones humanas”. La afluencia de personas que “no respetan el entorno provoca malestar en esta especia tan delicada”, recalca.
A los visitantes que van a disfrutar del paraje que rodea a estos animales se les aconseja “que de febrero a agosto no fondeen en las calas del acantilado”. Además, “que no hagan sonidos fuertes procedentes de los motores de las lanchas, de la música”. Además, por precaución máxima “que si van a caminar por los senderos del parque elijan la red oficial de senderos”.
En estos instantes, los guinchos “están en la fase de cortejo y aporte de material para los nidos. Su cría comenzará sobre el próximo mes de marzo y la incubación durará un mes”.
Las actuaciones que se están llevando son unas “campañas de concienciación”, por un lado, con las empresas que operan en la zona, y por otro, con las personas que vienen a diario.
Esta campaña se pone en énfasis en esta época, pero “estamos todo el año incentivando la protección del territorio”. En estos meses -y siempre, hay que tener mucha sensibilidad.
Además, Villalba destaca que “la vigilancia y las campañas se hacen el resto del año”. Otra es la de vigilancia en el acantilado: “Se trabaja con el centro de recuperación de fauna en el que ellos aportan el patrón y la embarcación”. Por último, la jefa de agentes finaliza diciendo que “de la forma de actuar ante las maravillas que nos ofrece Canarias, de todos depende su conservación”.