La Ejecutiva federal del Partido Socialista, tras estudiar los casos de los tres cargos públicos de la formación en la Isla Bonita que se vacunaron contra el coronavirus a principios de enero, supuestamente saltándose el protocolo, ha solicitado formalmente a todos ellos que renuncien a los puestos que ostentan en la Administración en un plazo no superior a cinco días. En concreto, la comunicación, que tuvo lugar a través de un burofax, fue remitida a la consejera insular de Sanidad, Susana Machín, y las ediles de Servicios Sociales de Puntagorda y Puntallana, Mercedes Candelario y María Eugenia Rodríguez, respectivamente.
Así lo daba a conocer ayer el secretario de Organización del PSOE de Canarias, Jorge González, en la Ejecutiva regional de los socialistas, sin que ninguno de los presentes expresara nada más al respecto en el marco de la reunión -según ha podido saber DIARIO DE AVISOS-, considerando que se trata de directrices emanadas de su máximo órgano a nivel nacional, toda vez que a escala autonómica se les abrió un expediente informativo que fue trasladado a Ferraz.
Como respuesta a la advertencia, poco después de que el secretario general del PSOE en las Islas y presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, anunciara públicamente lo dictaminado por la formación, Susana Machín, en declaraciones a este periódico, descartaba que entre sus planes estuviera dejar el acta como consejera ni renunciar a las áreas de las que es titular. No obstante, preguntada por la expulsión a la que se expone, Machín señaló que estudiará posibles acciones de recurso en caso de que esta se produzca.
Ayer por la mañana, en comisión parlamentaria, el consejero de Sanidad del Gobierno canario, Blas Trujillo, indicaba que las vacunaciones de las tres políticas “no se ajustan a los protocolos ni a los criterios establecidos”, razón por la que, si bien dijo que no se depurarán responsabilidades internas, sí que constituirían hechos irregulares. Cabe recordar que la consejera insular fue incorporada al listado de vacunación por orden del director médico del Hospital de Dolores, recinto en el que posee un despacho que, de acuerdo con el Cabildo, es el que emplea diariamente para desarrollar su labor.
Precisamente en la institución insular es donde, si Machín renunciara al acta, se abriría un nuevo escenario que haría posible formular una moción de censura de los socialistas con Coalición Canaria para derrocar al actual presidente, Mariano H. Zapata (PP). Los nacionalistas, por el momento, habrían ofrecido al PSOE la presidencia.