Su amor por los animales le ha llevado a conocer las barbaries de las que es capaz el ser humano, pero también la bondad, empatía y conciencia de la sociedad canaria. Cristo Gil fundó hace tres años una organización sin ánimo de lucro que lleva por nombre el de su perro, al que encontró abandonado en un barranco de la capital tinerfeña: Brigada Rescate Animal Orión. Desde entonces, su día a día ha estado marcado por las necesidades y las carencias de una legislación en el Archipiélago que ampare los derechos de los animales. Y pese a que afortunadamente cada vez son más las personas que se suman a la causa de este tinerfeño, su lucha no ha hecho más que empezar.
-¿Cuándo comenzó a tener una mayor conciencia por los animales?
“Hace unos 10 años trabajaba en medios de comunicación como reportero y la gente, que por aquel entonces comenzaba a reconocerme, me pedía que les ayudara a difundir imágenes de sus mascotas porque se habían perdido. Poco a poco, comencé a involucrarme en los derechos de los animales y, casi sin darme cuenta, hasta el punto de fundar una organización animalista”.
-¿Por qué decidió fundarla?
“Un año antes había rescatado por la noche al que hoy en día es mi perro, Orión, en el barranco de El Tablero. Fue entonces cuando decidí crear y dar de alta a nivel nacional Brigada Rescate Animal Orión. Ha sido un éxito porque hemos atendido cientos de casos en las Islas. De hecho, recibimos una media de 130 mensajes al mes para solicitar ayuda, ya sea por pérdidas o maltrato animal. Me he dado cuenta de la situación tan catastrófica que vivimos en Canarias respecto al mundo animal. Por ello, decidí involucrarme al cien por cien. Somos una asociación que trabaja como intermediaria entre las personas y los albergues. Hace tres años llevamos a cabo la mayor recogida de alimentos que se ha hecho en el Archipiélago, repartiéndola en un total de 18 refugios. Cuando ayudamos a un animal, también ayudamos a una familia sin recursos”.
-De entre sus propuestas, la más sonada ha sido una playa para canes en Santa Cruz de Tenerife.
“Desde 2018, con el grupo de gobierno que se encontraba en el Ayuntamiento capitalino por aquel entonces, entre ellos el concejal Carlos Correa, mantuvimos varias reuniones. Sin embargo, tras las elecciones de 2019 todo se paralizó. Por esta razón, decidimos recoger 7.000 firmas a mano pidiendo una zona acotada para perros en la playa de Las Teresitas y las entregamos directamente en el Consistorio. Algo insólito hasta la fecha porque el propio personal alucinó. Estamos luchando por algo que en otros países o en distintas ciudades españolas conocen desde hace años, como Málaga o Barcelona. En cambio, Tenerife que es una isla solo cuenta con dos playas a las que acceden las mascotas que ni siquiera están habilitadas. Como siempre, en Canarias vamos varios pasos por detrás. Parece que a veces llevamos a rajatabla lo de estar aplatanados”.
-¿Por qué en Las Teresitas?
“Porque es una playa extensa de un kilómetro y medio de longitud, es de arena y cuenta con una amplia zona de aparcamiento. Además, es la playa por excelencia de los santacruceros y, por consiguiente, dinamizaría la economía del lugar. Ya hemos hablado con los kioscos y están todos de acuerdo. En cuanto al espacio que requerimos, sería cuestión de hablarlo con los responsables del Ayuntamiento, pero calculo que unos 100 metros cuadrados. El pasado mes de enero realizamos una recreación con más de 300 peluches donados por tinerfeños de lo que sería el área delimitada. Posteriormente, se puso en contacto conmigo a través de WhatsApp el concejal de Bienestar Animal, Carlos Tarife, para decirme que me llamaría en unas semanas; aún sigo esperando. Las miles de personas que han firmado la propuesta y otras tantas que también la apoyan nos sentimos ignoradas”.
-Me imagino que se habrá enterado de los problemas que ha habido este año en el refugio de Tierra Blanca (Fasnia).
“Es tremendamente llamativo que los refugios privados, que se mantienen mediante donaciones, estén mejor cuidados que aquellos públicos que reciben subvenciones millonarias. Tierra Blanca es propiedad del Cabildo de Tenerife y está gestionado por Tragsatec, una empresa que en los últimos años se ha llevado millones de euros. Esto no es más que un reflejo del problema que tenemos en las instituciones porque en ellas no hay personas, sino políticos. Si en los cargos públicos hubiera dirigentes verdaderamente preocupados por el bienestar animal, esto no hubiera ocurrido. Hay que sacar cuanto antes de las instituciones a estos irresponsables absolutos si queremos que los derechos de los animales sigan avanzando como en muchos países del mundo. Tal es así, que acaba de salir el anteproyecto de Ley de Biodiversidad de Canarias que incluye a los gatos como especie cinegética, es decir, que puede ser cazados, como ocurría en la época medieval. Imagine hasta qué punto estamos llegando…”
-El año pasado también hubo polémica con los gatos en el Consistorio capitalino.
“Si Guillermo Díaz Guerra hubiese sido una persona coherente con su cargo respecto a los animales, esa afirmación jamás se le hubiese pasado por la cabeza por muy enfadado que estuviese ese día. Esto demuestra que fue una persona puesta a dedo. Tras las declaraciones tan desafortunadas [“Sacrificaría las colonias de gatos”], recogimos 10.000 firmas en un tiempo récord para pedir su dimisión. Este ha sido otro ejemplo de la clase de políticos que gobiernan nuestras instituciones. No tienen la capacidad de gestión. Son ineptos”.
-Hace unas semanas, se viralizó la imagen de un perro de caza ahorcado en la Península. ¿Están estos canes destinados a tales atrocidades? ¿Qué ocurre en Canarias?
“En las Islas tenemos el mismo problema que en el resto del mundo. Se trata de una práctica a la que muchos denominan deporte o tradición, pero todos sabemos que su finalidad es matar por diversión. Y pese a que a día de hoy es legal, somos conscientes de lo que implica. Muchos barrancos de Tenerife están llenos de perros amarrados con correas de medio metro que duermen dentro de bidones oxidados y que, con suerte, reciben comida una vez al día. Una situación que vuelve a ser responsabilidad política, ya que los barrancos son competencia de los cabildos. La caza está entre la primera y la segunda causa de abandono animal en España, ya sea por una camada indeseada o porque el animal no sirve para cazar. Además, no es normal que en un país con unos 800.000 cazadores censados tengamos un millón de perros. Es una auténtica barbaridad y hay que regularlo cuanto antes”.
-Entiendo que dentro de ese millón, se refiere únicamente a los registrados.
“Claro. La realidad es que son muchos más. Pero, ¿alguien se ha metido por los barrancos de las islas para comprobarlo? Las autoridades de los municipios ni siquiera cuentan con lectores de chip, cuyo precio ronda los 40 euros. He hablado con miembros del grupo de Protección al Entorno Urbano (Proteu) de la Policía Local de Santa Cruz y hay personas muy válidas que quieren ayudar a los animales, pero no tienen medios para ello o los protocolos están obsoletos. Hay ocasiones en las que los procedimientos son tan lentos que cuando se ponen manos a la obra el perro continúa dentro de la maleta, pero esta vez muerto”.
-¿Qué es lo peor que ha visto durante estos años?
“He visto auténticas salvajadas. Como le comentaba, perros metidos en maletas, apalizados, matanzas de gatos… He sido testigo de cómo personas irresponsables que tenían animales sin esterilizar tiraban crías recién nacidas a contenedores de basura. Existen tantos casos que no podría destacar alguno porque cuando crees haberlo visto todo, ocurre algo peor. Vivimos rodeados de auténticos psicópatas que son capaces de meter a un perro vivo en una bolsa y tirarlo a un contenedor de basura para que muera poco a poco. Hace unos semanas encontraron un dálmata muriéndose en un barranco de Santa Cruz. La clínica veterinaria contactó conmigo para ver qué podíamos hacer, ya que necesitaba un tratamiento urgente. Intentamos salvarle la vida de todas las formas posibles, pero estaba tan débil que murió con la anestesia”.
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-¿Qué es lo positivo de toda esta labor?
“Es muy gratificante rescatar a un animal y comprobar cómo sale adelante. Gracias a las colaboraciones y las donaciones, hemos realizado operaciones y tratamientos de urgencia y, posteriormente, los canes o los gatos han sido adoptados por una familia que les aporta cariño y los cuidados que precisan. Existen casos más sencillos, como los cachorros, pero cuando son mayores todo se complica. Afortunadamente, hay quienes adoptan mascotas con cierta edad para que pasen el último año de su vida en un hogar que les aporte amor y les muestre la otra cara del ser humano que hasta entonces desconocían”.
-La gente de a pie, ¿cómo podría aportar su granito de arena?
“Lo que más nos ayuda en nuestra labor es la difusión de los casos que llevamos, tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Asimismo, las donaciones para sufragar los gastos veterinarios son imprescindibles. Durante 2019, tuvimos poco más de 8.000 euros de gastos; el año pasado, unos 9.000 euros; y este año, a mediados de marzo, ya vamos por unos 3.000. Decidimos desde un primer momento prescindir de cualquier tipo de financiación pública. Brigada Rescate Animal Orión se mantendrá hasta que la gente decida. Y hasta el momento, cada vez que pedimos ayuda, todos se vuelcan”.
Para ayudar de manera económica, Brigada Rescate Animal Orión cuenta con las siguientes opciones:
Transferencia: número de cuenta ES17 2100 6652 4002 0017 2665
Bizum, pulsar el botón hacer donación o aportación a ONG en tu aplicación de móvil del banco y poner N° identificador 01924 o nuestro nombre en el buscador, Brigada de Rescate Animal Orión.
Grupo Teaming aportando 1€ al mes todo el año. (Este grupo es importante para nosotros ya que contamos con un dinero fijo todos los meses) https://www.teaming.net/brigadaderescateanimalorion-grupo