
El CD Tenerife no gana lejos de la Isla desde el pasado 7 de febrero. 73 días en el que los blanquiazules se han olvidado de lo que es traerse una alegría a la Isla. Ayer encontró la coartada perfecta para justificar un nuevo empate foráneo en un nuevo grosero error arbitral. A Galech Apezteguía le vino en gana anular un gol de Aitor Sanz al pitar falta en un choque de dos jugadores del Mirandés. Se equivocó el colegiado al pensar que había sido un blanquiazul el que había golepado al portero del cuadro burgalés. No contento con este castigo a Valentín Vada y a Carlos Ruiz con tarjeta amarilla. Perjudicó claramente el árbitro al Tenerife, pero tampoco el equipo hizo méritos para ganar por fin un partido como visitante.
A pesar del buen comienzo de encuentro, en el que los blanquiazules llegaron a acumular varias ocasiones de gol, el CD Tenerife no pudo superar el empate a cero en una primera parte en la que fue de más a menos. Los visitantes tuvieron dos consecutivas de un Manu Apeh (minutos 8 y 9) que formó pareja atacante con Joselu, ya que Luis Miguel Ramis le dio descanso, por rotación, a Fran Sol. Pasado el cuarto de hora fue Nono el que también probó fortuna con otro duro disparo desde fuera del área.
En el 19 fue Dani Hernández el que tuvo que intervenir para detener un remate de cabeza de Meseguer. Fue la ocasión más clara de un Mirandés que tuvo, por tramos, mayor posesión del esférico.
La polémica de la primera mitad llegó al final, cuando el colegiado Galech Apezteguía anuló un gol de Aitor Sanz que a todas luces parecía legal. Una falta centrada por Valentín Vada al área propició un choque entre Dani Vivian y el portero Raúl Lizoain, finalizando la jugada con un disparo del centrocampista tinerfeñista que acabó dentro de la portería. El árbitro había previamente invalidado la acción al creer que había existido una falta al portero del Mirandés. Sin embargo, el juego se reanudó con un bote ante la sorpresa y la indignación de la escuadra tinerfeña. El colegiado enseñó tarjeta amarilla al argentino del Tenerife y a Carlos Ruiz por protestar, además de expulsar a Josema Gil, segundo entrenador del equipo canario y a Luis Miguel Ramis durante el descanso.
El paso por los vestuarios apenas apaciguó los ánimos de los blanquiazules, a los que otra decisión arbitral les impedía colocarse por delante en el marcador. Quizás descentrados por ese final polémico de la primera parte, los blanquiazules no le cogieron la onda a la segunda parte. Intervino Ramis metiendo en el campo a Fran Sol y a Samuel Shashoua, en el 63, por Joselu y Vada, respectivamente.
Mejoró el Tenerife con estas variantes. Tuvo más control del encuentro, pero no llegaba a crear ocasiones de gol. Pero con el paso de los minutos muchos jugadores dieron la sensación de estar en plena postemporada. Mostraron una evidente desidia. Tanto que el Tenerife no llegó a acumular ni una ocasión de gol en todo el segundo acto.
En el otro lado, Genaro obligó a la estirada de Dani Hernández (min 87) en un lanzamiento muy lejano y que llevó más peligro que todo el Tenerife en la segunda parte.
La igualada deja con 46 puntos al representativo en la zona media de la clasificación, lejos de los puestos de descenso y de la parte alta.