Las pruebas se acumulan en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC) por falta de facultativos que validen las mismas. Hay pacientes oncológicos desesperados que llevan dos meses, tras realizarle una biopsia, sin poder tener un tratamiento para luchar contra su enfermedad.
“En febrero me han extraído la muestra para hacer la biopsia y todavía mi oncólogo no tiene los resultados”, denunció una paciente que se ha puesto en contacto con DIARIO DE AVISOS y desea guardar su anonimato. “El consejero de Sanidad dijo no hace mucho que los pacientes con cáncer no íbamos a esperar, que acabaría con la lista de espera, que los servicios de oncología son prioritarios, pero no es así”, denunció.
“Pasé hace unos días por la consulta de mi oncólogo y éste no pudo pautarme el tratamiento porque todavía no tenía los resultados de la prueba que debería validar Anatomía Patológica. Si la situación no es de falta de personal, ¿cuál es la causa para que un paciente oncológico lleve dos meses sin tener el resultado y no pueda comenzar el tratamiento?”.
“De verdad que todo esto no tiene sentido. Hablamos de problemas de salud graves, más de dos meses provoca una situación sensible para la salud de las personas, puede formarse una metástasis, una complicación que en un proceso oncológico aumenta la gravedad del mismo y reduce la esperanza de vida”.
Cuando insistimos en la explicación que le ofrecen desde el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, la paciente con posible tratamiento tumoral señala que “me ha dicho mi oncólogo que falta personal, que hay técnicos que realizan las pruebas, pero no hay médicos patólogos, que son los que validan las pruebas y biopsias, que dicen qué es lo que tengo y se está produciendo un retraso de meses en la comunicación”.
“Me dice mi médico que están buscando patólogos, pero que no es fácil. Ella también está apurada, no me puede pautar un tratamiento quimioterápico porque no tiene el resultado. Me gustaría que se pusieran en mi lugar, tengo un cáncer y no sabemos su avance. Los que esperamos nos podemos morir”.
Según pudo saber el DIARIO, el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria tiene unas cuatro o cinco vacantes por cubrir para estar al completo, debido a bajas médicas o jubilaciones, por ejemplo, hace casi un año la del Jefe del propio Servicio, Antonio Perera, tras casi 30 años en el centro. A estas vacantes, la carga para los que están trabajando en el área es grande y no pueden atender todas las peticiones que reciben.
Proceso selectivo sin concluir
El Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria inició en diciembre de 2020 un proceso selectivo de manera urgente para la constitución de una lista de empleo supletoria, cuyo trámite estaría a punto de finalizar y elevarse a definitiva con tres aspirantes admitidas.
Pero hasta que ocupen sus puestos de trabajo el cuello de botella que se está formando en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria parece que puede ampliarse durante más semanas y tanto los pacientes como los compañeros de otras áreas quieren soluciones.
Hay usuarios que se han mostrado su descontento por esta situación y se han puesto en contacto con la Oficina de Atención al Usuario del centro para reclamar esta situación. Dos meses o más esperando por el resultado de una biopsia que debe ser estudiada por un facultativo en Anatomía Patológica para dictaminar si el paciente tiene una patología u otra y que sirve y orienta al médico oncólogo sobre el tratamiento que debe pautar al paciente, es inadmisible, ya que estas personas pueden tener un cáncer de mama, de colon, de pulmón o un melanoma, todos necesitan comenzar cuanto antes un tratamiento para curarse.
El anatomopatólogo es uno de los pilares fundamentales de la Medicina, y una vez realizada la biopsia, la validación del análisis no la puede hacer el técnico que realiza la prueba, debe ser el Facultativo Especialista de esta área. Una disciplina imprescindible, ya que estudia y analiza la estructura celular para intentar explicar los porqués de las distintas enfermedades desde lo morfológico hasta lo molecular e interpreta las alteraciones que se encuentran en la exploración, por lo que exige el conocimiento de todo el espectro de lesiones que se presentan en cada uno de los tejidos u órganos.
Para ello necesita una muestra de un tejido u órgano a lo que se llama biopsia, pieza quirúrgica o citología, que se la entrega el técnico que trata las muestras, las acondiciona para su estudio y aplica diversas técnicas.
La herramienta fundamental más básica que utiliza en su trabajo es el microscopio óptico, electrónico o el de inmunofluorescencia, así como equipos para análisis molecular. El anatomopatólogo también es el encargado de realizar las autopsias clínicas.