La polémica suscitada en torno a los escritos presentados por el padre de una alumna del IES Anaga, mediante los que alega que los responsables del centro habían prohibido a su hija de 14 años acudir a clase con un top, ha revolucionado el panorama educativo de la capital tinerfeña.
Los hechos se produjeron durante el mes de marzo, concretamente el día 18, cuando la menor fue al instituto con una vestimenta que supuestamente infringía la normativa del mismo. Fuentes del centro de educación secundaria, situado en Santa Cruz de Tenerife, han declarado a DIARIO DE AVISOS que “se llamó discretamente la atención a la menor, pidiéndole que no volviera a ocurrir”. Además, puntualizan que en ningún momento “fue expulsada del centro ni perdió derecho a los exámenes o las clases”.
No obstante, debido a la actitud del progenitor -lejos de buscar la conciliación-, el IES Anaga, a través de Inspección Educativa, convocó un Consejo Escolar, compuesto por alumnos, padres e incluso una representante del Ayuntamiento de Santa Cruz, con el propósito de consensuar un reglamento más específico que puntualizase las prendas de ropa con las que el alumnado no debe asistir al aula.
En concreto, la actualización relativa a la indumentaria personal acordada en la sesión del Consejo Escolar, celebrado el lunes 24 de mayo de 2021, plasma que “el alumnado deberá llevar una vestimenta adecuada (no está permitido el uso de tops donde quede parte del cuerpo al descubierto y escotes pronunciados, ropa con transparencias, así como shorts por encima del medio muslo, cholas de la playa, etc.)”.
Cada año, el instituto santacrucero emite a los estudiantes una circular que estos deben aceptar acerca de las reglas de convivencia impuestas por el centro. “En caso de que alguien esté en desacuerdo, podemos revisarlas sin problema”, sostienen. Lamentablemente, con un inicio del curso escolar marcado por la pandemia de coronavirus, el protocolo de información y concienciación no pudo llevarse a cabo.
Por su parte, el sindicato ANPE Canarias respalda la actuación del IES Anaga y descarta que se trate de “discriminación de género”. De hecho, inciden en que “una parte de la labor educativa es enseñar que existen límites en una sociedad, en este caso, con la indumentaria de los estudiantes”. “Si se entiende que hay discriminación a una alumna por parte del centro escolar, se debe tomar cartas en el asunto, pero no creemos que sea el caso”, agregan.