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Crearán un protocolo a medida para contener la pandemia en Tenerife

El Gobierno canario reconoce que la capacidad de rastreo en la Isla "es menor", lo que resulta "muy llamativo". A pesar de acaparar el 77% de los contagios de la región, los tinerfeños seguirán en nivel 2
Grupos de persona transitando por una céntrica calle del Puerto de la Cruz | FRAN PALLERO

El Gobierno de Canarias reconocía ayer, por primera vez, que el protocolo sanitario aplicado al conjunto de islas no tiene los efectos esperados en Tenerife, que en la misma jornada volvía a acaparar la mayoría (77%) de los contagios del Archipiélago. Así lo comunicaba en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez, emplazando al Cabildo y a los ayuntamientos tinerfeños a una reunión en la que diseñar un plan de choque específico para el territorio insular más golpeado proporcionalmente por la pandemia y donde, indicó, la trazabilidad (rastreo) de los positivos “es menor”.

En este sentido, Pérez apuntó a que los motivos pueden ser diversos, pero que uno que cobra fuerza, de acuerdo con un informe elaborado por la Consejería regional de Sanidad, es que Tenerife tiene 50.000 jóvenes más que Gran Canaria, y este segmento de la población, a su juicio, hace más difícil la labor de los rastreadores, dado que tiene un “recuerdo menos preciso” de con quién pasó las 48 horas anteriores a dar positivo.

Asimismo, el portavoz del Gobierno aludía a la dispersión del virus por Tenerife como otro de los posibles factores a tener en cuenta, dado que no se concentran en una única zona, sino que se extiende por diversas localidades con altos índices de población. En Gran Canaria, por el contrario, la mayor parte de los habitantes se sitúan en la capital. No obstante, dijo que era “muy llamativo” que los rastreos no fructificaran por igual.

En el marco de su comparecencia pública, se dio a conocer también que todas las islas conservarían sus niveles de riesgo epidemiológico actual, es decir, que Tenerife y Lanzarote proseguirán en el segundo eslabón, asumiendo restricciones sanitarias como la limitación de las reuniones a grupos de seis personas; y el resto de la comunidad autónoma estará considerada de riesgo bajo de contraer la enfermedad, en el primer nivel.

El encuentro a tres bandas que se convocará en próximas fechas, según adelantó Pérez, traerá consigo un debate acerca del “qué ocurre en Tenerife” y por qué las medidas no surten efecto, como sí lo hacen en otros lugares tanto de España como el extranjero. De esta manera, más que endurecer las restricciones -que ya advirtió el presidente tinerfeño, Pedro Martín, que serían perjudiciales para la economía y no reportarían grandes beneficios desde el punto de vista sanitario, vistos los antecedentes-, se afinará la puntería para incidir en aquellas áreas donde los protocolos no arrojan el resultado deseado, al menos, tal y como están concebidos en la actualidad. Es decir: se hará un manual a medida.

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