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Califican de “hito mundial” que el Ángeles Alvariño hallara a Olivia

El Instituto Español de Oceonografía alaba el trabajo del buque, que, además, cartografió 250 kilómetros cuadrados de fondo marino y filmó 392 horas durante las semanas de búsqueda
El Ángeles Alvariño, tras abandonar la búsqueda en la costa tinerfeña, partió hacia la Península. EP
El Ángeles Alvariño, tras abandonar la búsqueda en la costa tinerfeña, partió hacia la Península. EP

Diario de Avisos / Agencias

El director del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Javier Ruiz, señaló ayer que el hallazgo del cuerpo de Olivia Gimeno en aguas tinerfeñas gracias a labor del robot submarino Liropus 2000 y el buque científico Ángeles Alvariño es un “hito mundial”, dado que se trataba de un objeto muy pequeño -una bolsa- y había una gran profundidad oceánica. “Muestra de ello es la cantidad de pecios que permanecen desde hace siglos en el fondo del mar aun conociendo el área donde se perdieron o, más recientemente, la desaparición de grandes aviones que caen al océano y no pueden ser encontrados. Este hito mundial es el resultado de la colaboración y coordinación estrecha y precisa entre los Ministerios de Interior y de Ciencia e Innovación”, comentó en un comunicado, en el que resaltó también el hallazgo de una funda nórdica y una botella de oxígeno.


El buque ya ha abandonado las labores de rastreo por orden judicial debido a que se da por “imposible” encontrar los cuerpos de Tomás Gimeno y Anna tras un mes de trabajos en los que cartografió un área de 250 kilómetros cuadrados entre aproximadamente 100 y 2.000 metros de profundidad y se filmaron 392 horas.
El equipo humano a bordo del Ángeles Alvariño estuvo compuesto por cinco científicos del IEO apoyados por los técnicos del robot y del sonar de barrido lateral, así como la tripulación del buque que han trabajado incansablemente durante más de un mes, realizando turnos de 12 horas, lo que ha permitido mantener las labores de búsqueda de forma ininterrumpida. El equipo científico del IEO lo han conformado tres geólogas marinas y dos tecnólogos que han sido los encargados del trabajo a bordo bajo la dirección, como suele ser habitual en cualquier trabajo científico en el mar, de un jefe de campaña, un trabajo coordinado en tierra por el jefe de la Unidad de Buques, la jefa de área de Medio Marino y la Dirección del IEO.


“Parecía imposible que pudiéramos localizar nada, pero, gracias al brillante trabajo previo de la policía judicial y su precisión al acotarnos las zonas de búsqueda y al comprobar que el efecto de las corrientes era mínimo, nos dimos cuenta que podríamos llegar a tener éxito si planificábamos el trabajo de manera adecuada y así fue”, explica Ignacio Franco, jefe de campaña y coordinador de los trabajos a bordo.


Pablo Carrera, jefe de la Unidad de Buques del IEO, señala que uno de los problemas para trabajar con tanta precisión y que el posicionamiento del buque y el robot fuera perfecto “es que cuando las condiciones de viento y oleaje no son favorables se supera la capacidad del sistema para el posicionamiento centimétrico que ha requerido la operación, lo cual en ocasiones ha limitado la misión durante los días en los que los vientos alisos han sido más intensos”.

Averías

En condiciones normales, y además de otros mantenimientos menores, el Liropus 2000 requiere de una puesta a punto completa cada 120 horas. No está diseñado para este tipo de operaciones con un uso tan intenso, por lo que el número de averías se ha ido incrementando a lo largo de la búsqueda y su operatividad se ha ido reduciendo. Pese al gran trabajo a bordo de los ingenieros, que han realizado numerosas reparaciones, el robot terminó trabajando con una operatividad del 50%.

Beatriz Zimmermann: “Jamás se olviden de Anna y Olivia”

Beatriz Zimmermann, la madre de las niñas Anna y Olivia asesinadas presuntamente por su padre Tomás Gimeno y arrojadas al mar, agradeció ayer la labor de la Guardia Civil y de todos los profesionales que han trabajado en la búsqueda de los cuerpos, especialmente los técnicos del buque científico Ángeles Alvariño, que en la tarde del miércoles dejó las aguas canarias. En un comunicado difundido a través de las redes sociales, su familia y amigos, en nombre de Beatriz, han pedido a la sociedad que “jamás se olviden de Anna y Olivia”, remarcando que a pesar de los “duro momentos” vividos en los últimos meses, Beatriz ha podido seguir adelante gracias al “amor” de todos.


“No ha podido ser y Anna y Tomás no han aparecido, pero Beatriz, como ya ha dicho, agradece muchísimo la gran labor que han desempeñado la guardia civil, la tripulación del barco y los tantos profesionales que han ayudado en esta búsqueda. Además, entiende que se ha hecho todo lo que se ha podido y que gracias a ese gran trabajo al menos se supiera la verdad. Por eso, de corazón, de parte de Beatriz, muchísimas gracias”.

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