
Canarias registró ayer las temperaturas más altas de España, con máximas en algunos puntos que superaron los 40 grados, como en el aeropuerto del Sur, en Granadilla. Ante una situación de tan intenso calor, las playas del Archipiélago se convirtieron en la principal vía de escape para los canarios que abarrotaron el litoral isleño ofreciendo una imagen muy similar a la de cualquier verano antes de la pandemia. En algunos casos, la foto que se trasladaba era la de que no existía la COVID-19. Incluso el director de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, Ramón Pinto, llamaba a la responsabilidad en sus redes sociales: “En el peor momento desde el principio de la pandemia, las peores cifras de contagios, y las playas llenas”.
En la capital, de nuevo, Las Teresitas y Las Gaviotas vieron cómo, a media mañana, la Policía Local cerraba los accesos por estar al completo sus aparcamientos. Las colas para llegar hasta San Andrés también se repetieron, con la consiguiente queja de los conductores, que, en redes sociales, exigían al Ayuntamiento de Santa Cruz una solución.
Al menos, ayer, no se produjo el cierre de la carretera en dirección a Almáciga, como ocurrió el sábado, por el lleno absoluto de los aparcamientos en la costa de Anaga, y la consiguiente queja de los hosteleros de la zona que vieron sus restaurantes vacíos. El recordatorio por parte de la Policía Local de que no se puede permanecer en el litoral en horario nocturno ayudó a que en la jornada de ayer no hubiera tantas complicaciones, aunque sobre las tres de la tarde ya la afluencia había colapsado los estacionamientos.
En el sur de la Isla, con menos colas, hubo también una alta intensidad en la afluencia de bañistas, que llenaron las principales playas. La falta de turismo está siendo suplida por los locales que se han dirigido a disfrutar a la costa para escapar de un calor que, según la AEMET, aún se mantendrá hasta mañana. Aunque con temperaturas algo más bajas, eso sí, la calima ha hecho acto de presencia de nuevo.