
El DJ Luis Martin decidió amenizar en marzo de 2020 las eternas jornadas de confinamiento por la pandemia desde el balcón de su vivienda en Tomé Cano a base de clásicos como Marejada. Varios vecinos bailaron, rieron y agradecieron con aplausos el evento improvisado de Martin, bautizado luego como ‘la verbena del balcón‘, que se repitió dos sábados más. Otros no lo disfrutaron de la misma manera y decidieron llamar a la Policía porque “tenía la música muy alta”.
El último baile capitaneado por el DJ tinerfeño llegó el 4 de abril de 2020. Poco después de las nueve de la noche, agentes de la Policía Local se presentaron en su vivienda, en la que también se encontraba el hijo de su pareja. “Abrí la puerta, me agarraron del brazo y me sacaron de casa. Me dijeron que los vecinos se estaban quejando y nos identificaron”, relata a DIARIO DE AVISOS.
Los efectivos policiales iniciaron sendos expedientes sancionadores contra Martin y el hijo de su pareja por presunta “desobediencia a los agentes de la autoridad”, por negarse a quitar la música cuando se le había indicado, y por haber vulnerado supuestamente las “limitaciones de la libertad de circulación acordadas durante el estado de alarma”, según reza la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico.
El DJ entiende que “hay un defecto de forma en la denuncia porque dice que me encontraba en la calle, violando el confinamiento, y es mentira”. En lo que respecta a la desobediencia a los agentes, afirma que “yo quité la música, pero me sacaron de casa con malas formas, tirándome del brazo”.
Un año y cuatro meses después de aquella escena llegaron las multas: 1.202 euros en total, que se quedarán en 601 si se adhiere al pago voluntario con reducción del 50% dentro de los 15 días hábiles, contados desde el día siguiente al de la notificación, que en este caso fue el pasado 3 de junio. No obstante, estas sanciones ya han sido recurridas, según el denunciado.
Luis Martin no dispone de recursos económicos suficientes para hacer frente a estas multas y por ello ha puesto en marcha una recaudación de fondos en gofundme. “Ahora estoy en paro y no puedo afrontar el pago de esta injusticia”.