
Las familias de los alumnos y alumnas del IES Cabrera Pinto, de La Laguna, están “sorprendidas y decepcionadas” después de que el Consejo Escolar, en una reunión anunciada con solo 27 horas de antelación, haya decidido, esta semana, con el voto en contra de todos los representantes del alumnado y de las familias, fijar las clases de Bachillerato, de cara al próximo curso, en horario de tarde. Algo que se les ha comunicado a los profesores, pero no a las familias de los alumnos.
Un hecho que ha movido a los representantes de la AMPA a presentar un recurso de alzada ante la Consejería en el que se pide que se aplique la normativa vigente lo antes posible, porque consideran que se trata de una decisión unilateral, en la que no se ha tenido en cuenta a los padres y madres de los alumnos, y que no ha contado ni con un informe del claustro, ni con el apoyo de la mayoría cualificada de 2/3, como exige la ley. Por lo tanto, una decisión, según fuentes de la AMPA, contraria a derecho, y nula.
Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos manifiestan que “no es admisible cambiar la organización del horario escolar una vez realizada la matrícula del alumnado, porque se les reduce la opción de solicitar plaza en otro instituto”. Denuncian que el centro no ha comunicado esta previsión a las familias, lo que aseguran es “una falta de consideración”. Y creen que “la decisión limita o imposibilita el desarrollo, por parte del alumnado, de actividades complementarias, deportivas, culturales y formativas en su tiempo libre”.
Pero lo cierto es que este asunto, el de cambiar el horario de Bachillerato, que hasta ahora se impartía por la mañana, a por la tarde, no es el único que denuncian las familias del instituto lagunero. Y es que la dirección del centro también ha decidido reducir el horario de las clases, de 50 a 45 minutos, y de impartir las asignaturas no esenciales de forma telemática. También, impartir el programa de francés bilingüe Émile en primero y en cuarto de la ESO, eliminándolo de tercero de la ESO. Una decisión que, según fuentes de la AMPA, también se ha adoptado sin consenso y sin comunicarlo previamente a las familias, que ya presentaron las matrículas de sus hijos, creyendo que podían cursar este programa en el resto de cursos.
Y esto, a pesar de que la consejera de Educación, Manuela Armas, se había reunido con las familias y con la dirección del centro, hace semanas, para llegar a un acuerdo y garantizar, como pedían los padres, que se impartiera este programa en todos los niveles de la ESO. Un programa que está avalado por el Gobierno francés y solo se imparte en dos institutos en Canarias. En el IES Cabrera Pinto, en Tenerife, y en el IES Pérez Galdós, en Gran Canaria.
Esta decisión ha sentado como un jarro de agua fría a los padres y al alumnado, porque pensaban que este asunto, que venían gestionando desde hace meses, ya estaba resuelto. Y es que, tras una de esas reuniones entre la Consejería de Educación y la dirección del IES Cabrera Pinto, el centro llegó a anunciar que, de cara al próximo curso, se garantizaba el programa Émile en todos los niveles de la ESO, y que incluso tomaría medidas legales contra la AMPA por falsedad, injurias, acoso y daños al honor. Por mentir y plantear, de forma errónea, este problema ante distintos organismos y medios de comunicación.
Tras estas decisiones por parte de la dirección, el AMPA pide el apoyo de la Consejería de Educación para que revise estas decisiones que dejan, ahora mismo, a las familias de los alumnos, señalan, sin capacidad de reacción.
Los padres y familias del IES Cabrera Pinto temen que si no se resuelven estas cuestiones lo antes posible, los jóvenes tendrán que comenzar el curso tal y como se ha decidido, de forma impuesta y no acorde a la norma.