
El Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) insiste en la importancia de donar sangre durante el verano ante el riesgo de un desabastecimiento en los hospitales. Por tanto, se requiere a los donantes que pidan cita en cualquiera de los puntos fijos o móviles de extracción de todo el Archipiélago. Miriam Arroyo-Vidal, médico responsable provincial del área de Extracción y Hemodonación explica en esta entrevista a DIARIO DE AVISOS la importancia de la donación, sobre todo en aquellas personas que han superado la COVID-19 por la utilidad del plasma hiperinmune para ayudar a hospitalizados.
-¿Cómo ha afectado a las donaciones la pandemia?
“Nuestra mayor preocupación fue ofrecer a los donantes un entorno seguro. Nuestra inquietud era que el donante dejara de venir por temor, pero para nuestra sorpresa, la respuesta fue excepcionalmente buena, cambiamos las unidades móviles y empezamos a trabajar en salas cedidas por Ayuntamientos y otros organismos, y comenzamos a usar la cita previa. Fueron muchos cambios que nos hicieron temer que las donaciones caerían en picado, pero no fue así, remontaron y al final de 2020 logramos las mismas donaciones que en 2019”.
-¿Seguirán utilizando las unidades móviles, un reclamo para mucha gente despistada?
“Es un tipo de donante que todavía podemos seguir captando. Los sitios que nos ceden los organismos están bastante céntricos, tenemos un promotor en la puerta y está todo bien señalizado. Si alguna persona nos llega sin cita previa, también se le atiende. Es muy interesante para todos la cita previa; en primer lugar, porque evitamos aglomeraciones y ordenamos mejor el trabajo dentro de las salas y, en segundo lugar, porque nosotros también llamamos a los donantes de ese lugar que tenemos en nuestra base de datos y le proponemos acudir. El sistema de cita previa está funcionando muy bien”.
-¿Sigue faltando sangre en Canarias? Siempre reclaman 300 donantes diarios y, pese a ello, los llamamientos urgentes de A+, A- y O+ son casi semanales.
“La falta de sangre puede llevar a paralizar la actividad hospitalaria en las Islas, por lo que siempre hacemos un llamamiento urgente a la población si vemos que los niveles de existencias ponen en riesgo la atención de la demanda hospitalaria. En verano siempre tenemos una carencia de sangre, habitualmente de los grupos O+, O- y A+. Si coinciden al mismo tiempo en los hospitales varios enfermos muy consumidores de sangre con un nivel medio o bajo de existencias, entonces tenemos que movilizar a la población”.
-¿Qué compuestos se pueden utilizar de una extracción?
“De la sangre total, después de un procedimiento de fraccionamiento, se pueden obtener tres hemoderivados: un concentrado de hematíes, una unidad de plasma y una unidad de plaquetas, que se junta con plaquetas de otras donaciones para hacer un pool de plaquetas. Por tanto, con una donación de sangre podemos contribuir a mejorar la salud o, incluso, salvar la vida, de tres personas”.
-Están reclamando a las casi 90.000 personas que han superado la COVID la donación.
“El plasma COVID, la parte de la sangre de aquellas personas que han superado la enfermedad y que han generado respuesta inmune en forma de anticuerpos, se utiliza para tratar a personas que están hospitalizadas. En el estudio CONPLAS participan diversos hospitales del país, entre ellos el Universitario de Canarias (HUC) y el Doctor Negrín. Los criterios de selección inicial de los donantes y de los receptores eran estrictos; sin embargo, dada la magnitud de la pandemia, muchos médicos intensivistas o neumólogos vieron la necesidad de utilizar ese plasma y los resultados están siendo más heterogéneos, pues depende de cada paciente y del estado de su enfermedad. Es difícil decir categóricamente que es la panacea, habrá que esperar a la publicación de los estudios, pero los hospitales nos siguen pidiendo este plasma, se está usando, y debe tener un resultado satisfactorio”.
-Esta técnica se ha utilizado anteriormente en otros casos.
“El principio es muy simple, a una persona que se está enfrentando a una enfermedad, se le da anticuerpos ya creados por otra que lo ha pasado antes, es decir, le están dando herramientas para luchar. Esta práctica se hizo ya con el ébola y también con el primer coronavirus. Las donaciones de plasma hiperinmune solamente las pueden realizar las personas que hayan pasado la enfermedad, no las vacunadas. El procedimiento de aféresis no es como la donación de sangre total, ya que un separador celular centrifuga el plasma y devolvemos al donante el resto con absoluta seguridad”.