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Ordenan el cierre de la histórica cooperativa de pan del barrio de Fátima, en Güímar

El Ayuntamiento no le amplia el plazo que le prometió para hacer reformas como en el viejo horno de leña, denuncia la propietaria
La cooperativa del pan se encuentra en una nave desde 1977 y hasta el año pasado nunca recibió queja alguna / DA

La sociedad cooperativa San Pedro lleva fabricando pan artesanal desde 1977 en el barrio de Fátima, en Güímar. Ahora, después de más de 40 años, este negocio tan reconocido en el municipio está abocado al cierre porque el Ayuntamiento de Güímar no le concede, como le prometió, los dos meses de prórroga que necesita para terminar las reformas de la nave que le exigió Urbanismo en febrero para, entre otras cuestiones, limitar el humo del que se quejaron varios vecinos presentando 13 firmas en el Consistorio. “Curiosamente”, afirma la empresa denunciada, “algunos de ellos vienen todos los días a comprar aquí, aunque no sea pan”. Otros 300 han firmado apoyando la permanencia de la panadería, incluido los partidos de la oposición municipal, PP y Ciudadanos.

Yurena Díaz adquirió la panadería, que hoy se denomina El Pan de Nara, en septiembre, cuando, como socia de la cooperativa, pudo adquirir el local de la panadería-dulcería sin tener que pagar alquiler, casi en plena pandemia. Desde entonces “he tenido que gastarme mucho dinero en modernizar los hornos y el sistema eléctrico, pero dejé el horno de leña de brezo. Y en mala hora lo hice, porque pronto llegaron las denuncias de cuatro vecinos porque les llega el humo a sus casas, cuando ese horno ha estado 40 años ahí”. En febrero recibió la notificación del Ayuntamiento que le dio cuatro meses para adaptar su negocio a las medidas que exigían los técnicos municipales. Yurena Díaz comenzó a hacerlo a sabiendas de que cuatro meses era poco tiempo, por lo que se le concedió, según ella, una prórroga de dos meses más, que ahora la edil de Urbanismo no quiere cumplir, según la propietaria. “Yo mantendré la panadería abierta -afirma- hasta que venga la Policía a echarme”.

La propietaria lamenta que no le concedan ese tiempo para terminar el acondicionamiento que inició tras la denuncia, porque “con el cierre se van siete personas al paro”, incluso alguno más “si contamos los repartidores autónomos”, remarca.

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