La erupción continúa y, lo peor, es que se desconoce hasta cuándo. La lava, que avanza lenta e implacable, ya ha ocupado 212 hectáreas y ha arrasado más de 461 edificaciones. Las preguntas sobre el episodio que se está viviendo al sur de La Palma se multiplican y la comunidad científica pide tiempo para poder analizar los datos. Un tiempo que la población, a caballo entre la preocupación y la curiosidad, trata de llenar con respuestas a un enigma, por el momento, irresoluble: ¿Cuánto magma queda en las tripas del volcán?
Hasta ahora los científicos han podido dar estimaciones sobre el volumen de magma que podría albergar Cumbre Vieja. Sin embargo, son modelos matemáticos que se basan en el análisis de lo que sí se puede ver: la deformación del terreno. Estos días la isla ha sufrido un abombamiento del terreno que ya alcanza los 20 centímetros. Aún hay magma que empuja con fuerza bajo la superficie.
“La deformación está disminuyendo muy lentamente, por lo que podemos intuir que todavía queda mucho material”, cuenta Juan José Rueda, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Es precisamente este organismo el que, en los días incipientes de la erupción, estimó en 11 millones de metros cúbicos el volumen que podría contener el volcán. El problema, cuenta Rueda, es que al mismo tiempo que expulsa lava se desconoce si el manto seguirá alimentando de magma la erupción.
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