puerto de la cruz

El último medio siglo de España a través de la vida de Ramón

'Ramón por 3' es un libro dual ya que tiene dos versiones, en inglés y en español, del que fuera director de varios hoteles del Puerto de la Cruz y del sur de la Isla

Es natural de Algeciras pero vino a Canarias hace 53 años, se enamoró, se casó y se quedó en Tenerife aunque ello no le impidió recorrer el mundo, como soñó desde joven.
Ramón Michán estudió Filología Inglesa en la Universidad de La Laguna mientras trabajaba en la hostelería, sector en el que comenzó a los 15 años. Su pasión era dar clases pero uno de sus jefes “lo compró” ofreciéndole ganar el doble que lo que le había ofertado un colegio y con dos niñas pequeñas y una tercera en camino, no lo dudó.
Ramón dirigió varios hoteles en el Puerto de la Cruz, como Las Vegas, y en el Sur de la Isla el Bitácora, el Vulcano y durante 11 años el Playa de la Arena.
Sin embargo, su pasión por la filología siempre estuvo presente. “Tanto como director de hotel como profesor que nunca fui, siempre he disfrutado con lo que hago”, confiesa. Ahora, ya jubilado, se dedica a organizar rutas divulgativas con los CIT de Santa Cruz y Puerto de la Cruz y se encarga de las dedicadas a la escritora Agatha Christi en el festival que lleva su nombre, tanto en español como en inglés.
Llevaba tiempo con la idea de escribir un libro sobre el turismo y durante la pandemia terminó de darle forma. Así surgió Ramón x 3, un libro sobre su vida que a su vez es una excusa para hablar de los últimos cincuenta años de España y de como surgió el turismo en Tenerife, con un Sur casi desértico hasta que unos empresarios “audaces” se decidieron a construir hoteles “y actualmente es la mejor concentración de instalaciones de cuatro estrellas en toda España”.
El libro se inicia con su abuelo, Ramón Michán Garzoly, que fue a la guerra de Cuba, sigue con su padre, Ramón Michán Marín, quien combatió en la Guerra Civil, en 1938, fue hecho prisionero por las tropas de Franco y pasó siete meses en Pamplona, y culmina con él, a quien le tocó vivir un contexto político diferente y cambiante. En su caso no fue a ninguna guerra pero se alistó como recluta voluntario en el Regimiento de Infantería de Extremadura.
Ramón Michán terminó sus estudios secundarios en tiempo récord, cuatro años en uno, y aunque los profesores hablaron con sus padres para que lo convencieran de seguir estudiando una carrera universitaria, él tenía clara su decisión: ganar algo de dinero y viajar al extranjero a la primera oportunidad.
En Ramón x 3 hace un repaso por la dictadura y los principales acontecimientos políticos de España de los últimos años que enfrentaron a gran parte de la sociedad de entonces. Su boda fue un ejemplo, ya que su padre se había alistado en el Ejército Republicano y su suegro, en el de Franco. Se dieron cuenta ese día que ambos habían tomado parte en la batalla de Teruel pero en bandos distintos, “intentando matarse el uno al otro”.
Dice que su casamiento fue “un acto emotivo de reconciliación y un símbolo de las transformaciones que, gradualmente, tenían lugar en España y yo no podía ser más felíz”, confiesa.
Al mismo tiempo, cuenta la transformación del turismo y del Puerto de la Cruz, con hoteles que ya no existen, carreteras que eran plataneras y zonas, como La Paz, que ni siquiera estaban desarrolladas.
La hostelería que Ramón conocíó y practicó dista mucho de la actual, es más, ha desaparecido por completo. “Antes los sueldos eran bajos pero en un hotel había portero, botones, consejería, recepción, te llevaban el equipaje y en el restaurante los camareros te conocían. Todo eso se ha ido”, cuenta.
En su caso, llegó a dirigir equipos con más de 200 empleados y el director hacía de todo, contrataba a los empleados, salía de viaje a promocionar el hotel y organizaba eventos. “Ahora si un hotel tiene 100 trabajadores ya es mucho porque están igual que los bancos, las reservas se hacen por internet y hay directores de todo, de marketing, de animación, de recepción, de cocina…”.
Por eso, en 2010, cuando el hotel en el que trabajaba fue adquirido por un gran grupo turístico español, decidió dar el paso y jubilarse un año antes de lo previsto. Le ofrecieron quedarse, pero con 64 años y a punto de marcharse, no le interesó aprender un sistema nuevo “y a ellos tampoco le hubiese convenido enseñarme, así que llegamos a un acuerdo y muy felices”.
Ramón x3 es un libro dual. Ello no significa una traducción literal de los textos sino dos versiones de la misma historia, “porque hay cosas que hay que explicarle a un inglés, como por ejemplo, que es un churro. Por eso es ideal para las personas que están aprendiendo alguno de los dos idiomas”.
En ellas también pensó a la hora de redactarlos. Cada capítulo tiene un estilo sencillo y ameno y la perspectiva de un profesional del turismo. A Ramón siempre le gustó mucho Ernest Heminway: “frases cortas y al grano para que el lector lo entienda”.

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