
Los datos de sismicidad, geoquímica y deformación apuntan a que no está cercano el final de la erupción del volcán, que está en fase “madura”, de manera que hay que prepararse “para echar bastantes días”, según indica el Pevolca.
Tras la reunión diaria del comité científico que evalúa el proceso eruptivo iniciado el pasado 19 de septiembre, la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, indicó que la predicción meteorológica apunta a que hoy por la tarde los vientos girarán la columna de ceniza y gases del penacho hacia la vertiente noreste de la isla, lo que podría afectar a la operatividad del aeropuerto.
Además, los científicos han detectado la apertura de una zona de fisuras a unos cien metros al noreste del cono principal del volcán con emisión de gases y suelo a alta temperatura, pero sin carácter eruptivo.
Los expertos del Pevolca creen que lo más probable en el corto plazo es que la lava, bastante fluida, se siga evacuando hacia el mar por encima del camino ya marcado por la colada primigenia, si bien se mantiene la vigilancia ante la posibilidad de que se ensanche o haya nuevos avances. Tampoco hay nuevos centros de emisión, aunque sí una fisura con emisión de gases y elevada temperatura en el suelo que de momento no tiene mayor importancia.
Las últimas mediciones apuntan a que las hectáreas afectadas por la lava son 420, un aumento de 6,74 con respecto a la víspera, en un perímetro de 36,24 kilómetros y una anchura máxima de 1.250 metros. El delta de lava ocupa por ahora una superficie de más de 36 hectáreas y ha avanzado 540 metros desde la línea de la costa.
La calidad del aire mejoró gracias a la entrada de vientos alisios, pero las previsiones para hoy apuntan a que la nube de cenizas podría extenderse al norte y al nordeste. Se mantiene en una zona reducida cercana al delta el penacho de vapor de agua y ácido clorhídrico que se produce en el contacto de la lava con el mar.
Las emisiones diarias de dióxido de azufre están en 1.200 toneladas, con un acumulado de 250.000 desde que comienzo de la erupción, y el volumen de magma expulsado podría estar en los 45 millones de metros cúbicos.
Afectaciones
La lava ha afectado a 1.154 edificaciones y construcciones, de ellas 1.046 destruidas y 108 dañadas, según los satélites Copernicus. Con los datos del catastro, el Pevolca constata 726 edificaciones destruidas hasta el lunes, de las cuales 605 son de uso residencial, 58 de uso agrícola, 30 de uso industrial, 18 de ocio y hostelería, 7 de uso público y otras 8 de otros usos. En el hotel de Fuencaliente hay 209 personas albergadas de los casi 6.000 evacuados.
⬇️ Este es el estado actual de las coladas. Unas imágenes tomadas a las 17:00 horas del día de hoy, martes, que nos muestran el avance de la erupción.#ErupciónLaPalma pic.twitter.com/fAIwlmKkN3
— Cabildo de La Palma (@CabLaPalma) October 5, 2021