
Palmera y del Valle de Aridane, la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende, tiene una tarea durísima por delante para ayudar al tejido agrícola y pesquero afectado por la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Pero no solo ahí, porque el suyo es un departamento lleno de sectores vulnerables. Ayer, durante su comparecencia en la Comisión de Agricultura del Parlamento autonómico, el diputado de Sí Podemos Canarias Francisco Déniz le advirtió de que los problemas “tremendos” para comercializar la papa canaria a causa de la “abusiva” importación de la foránea, además de los bajos precios con los que se paga a los agricultores, hacen que muchos se planteen abandonar el cultivo.
Déniz recordó que hace meses, en Tenerife, se llegó a pagar entre 20 y 25 céntimos por kilo, cuando el coste medio de producción de la papa está entre los 45 céntimos para la producción mecanizada y los 55 si es manual. También aseguró que, tras una campaña de presión en favor del consumo local, una empresa importadora tuvo que devolver 3.000.000 millones de kilos de papa foránea. Por eso pidió que el Gobierno insista a las grandes cadenas de supermercados para que se ofrezca producto local. Y que se aproveche el brexit para ganar cuota de mercado para la papa canaria ante una posible disminución de la importación de la inglesa.
Vanoostende admitió las posibles oportunidades del brexit, pero achacó los bajos precios que hubo en Tenerife a una superproducción que coincidió con la avería de las cámaras de frío de algunas cooperativas, lo que inundó el mercado de producto. Y puso como remedio el modelo “ejemplar” de La Palma, con una central hortofrutícola creada hace más de 20 años por el Cabildo que tiene capacidad para almacenar dos millones de papas. Pueden estar ahí tres meses, sin saturar el mercado. Vanoostende ofreció el apoyo del Gobierno a los cabildos para este tipo de infraestructuras, aunque reconoció que habrá que seguir haciendo “inspecciones” para asegurar que los precios no se van al garete. Para eso, entre otras cosas, se ha creado un Consejo Canario de Cadena Alimentaria.
Lo de la producción local queda bonito, pero luego está llena de obstáculos. Ayer, el diputado de Nueva Canarias, Luis Campos, intervino precisamente para pedir mayores cotas de soberanía alimentaria, que situó en la producción de “al menos” el 40% de los productos que consumimos. Además, recordó que de las 150.000 hectáreas de suelo agrícola, solo se cultivan 60.000. Campos cree que hay que ir hacia una profesionalización y una modernización del sector. Y, aunque dijo que se hace muy difícil competir en precios con productos de fuera, cree que hay cierto margen, como evidencia la decisión del Gobierno canario de reasignar los fondos del REA -destinados a ciertas importaciones- para dar menos ayudas a productos que se pueden producir aquí.
Para depender menos, recordó Alicia Vanoostende, han impulsado un Plan de Soberanía Alimentaria que, aunque se ha retrasado por la COVID, va “a velocidad de crucero”, con un diagnóstico inicial ya hecho y a punto de empezar las reuniones sectoriales. Según la consejera, aunque hay un nivel de “autoabastecimiento alto” en hortalizas perecederas o quesos frescos, existe “mucho margen de maniobra”.
Se habló de otras cosas, como el aumento del coste del forraje para el ganado que, según Juan Manuel García Casañas, del PP, coincide con la eliminación de las ayudas al transporte. Vanoostende le replicó a Casañas que el forraje ha aumentado de precio a nivel mundial. Y que se quitó la ayuda porque no era compatible, según la legislación europea, con recibir el REA. Narvay Quintero, de CC, también preguntó por 18 barcos atuneros canarios que pescan con caña y que han sido excluidos de la cuotas de pesca establecidas. Vanoostende aseguró que están negociando con el Ministerio y el sector: la soberanía es un camino lleno de obstáculos…