
La Consejería canaria de Sanidad ha informado este lunes de que hasta la fecha se han procesado más de un centenar de muestras de agua de zonas adyacentes a la afectada por la erupción volcánica en Cumbre Vieja, y los análisis avalan que es apta para el consumo humano.
Los inspectores de Salud Pública, en coordinación con los ayuntamientos y empresas gestoras, vigilan la calidad del agua con controles diarios, dentro de la Estrategia Sanitaria de Actuación Inmediata para la isla de La Palma, ha informado la Consejería en un comunicado.
Estos controles se empezaron a realizad desde el comienzo del fenómeno eruptivo y la toma de muestras se realiza tanto en las zonas afectadas por la erupción, en Tazacorte, Los Llanos de Aridane y El Paso, como en localidades de la vertiente este de la isla, como Santa Cruz de La Palma, Puntallana, Breña Baja, Mazo y al norte y sur, en Tijarafe y Fuencaliente.
En estos últimos puntos la toma de muestras se realiza para tener elementos de referencia o comparativa con las de la zona afectada por la erupción.
En los municipios de Tazacorte, Los Llanos de Aridane y El Paso se están efectuando controles diarios de la calidad sanitaria del agua y de las infraestructuras de almacenamiento y distribución.
Los controles se están realizando con medidas en depósitos de agua de consumo en su entrada de aporte y reforzadas con análisis de laboratorio.
Se han planteado puntos de control centinela en cabeceras, principalmente en Hermosilla y Tajuya (Los Llanos de Aridane), La Montañita (El Paso) y Las Rosas (Tazacorte). Asimismo se controlan redes de distribución y salidas de depósito.
En el análisis de muestras se usan parámetros e indicadores organolépticos (olor, sabor, color) y fisicoquímicos (pH, conductividad, turbidez, temperatura y niveles de desinfectante) en agua de consumo. Si se observaran anomalías, estos se completarían con indicadores microbiológicos.
Además, cada semana se remiten muestras a los laboratorios de la Red Canaria de Laboratorios de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud para análisis de perfil fisicoquímico más amplio, de los que hasta a fecha se han realizado una veintena.
Estos análisis determinan la concentración de elementos metálicos, cationes, aniones, hidrocarburos y otro parámetros o indicadores como el índice de Langelier.
Todos estos controles mantienen una vigilancia activa y el consumo de agua de la red de abasto es a día de hoy totalmente seguro y se continúa con los controles, de modo que de producirse alguna eventualidad, la población sería informada de forma inmediata, señala Sanidad en el comunicado.