El volcán que el pasado 19 de septiembre entró en erupción en La Palma mantiene una fuerte emisión de cenizas y de lava, lo que en el primer caso afecta a la calidad del aire en el valle de Aridane.
La caída de cenizas volcánicas pone en riesgo al personal de emergencias debido a la posible inhalación de polvo de roca y mineral, sustancias que pueden provocar problemas respiratorios, de ahí la necesidad de cubrir fosas nasales, boca y ojos.
A día de hoy, más de 400 hectáreas han sido cubiertas por la lava del volcán de Cumbre Vieja, como en Las Manchas, donde ha dejado un escenario digno de una película de ciencia ficción como se puede apreciar en el vídeo de I love the world.