erupciÓn en la palma

“Lo primero es la seguridad, pero luchar contra el volcán provoca momentos de frustración”

El director del Aeropuerto de La Palma, sin vuelos durante una semana por la ceniza, desvela el arduo trabajo llevado a cabo
El director del Aeropuerto de La Palma. Felipe Sánchez. Cedida

En un hecho sin precedentes -al menos en lo que va de siglo-, el Aeropuerto de La Palma, ubicado en el municipio de Mazo, ha estado una semana sin ver cómo despegan o aterrizan aviones en sus instalaciones, más allá de algún desplazamiento puntual de los servicios de emergencias por una urgencia sanitaria.

Fue en la tarde de ayer cuando el arduo trabajo llevado a cabo en dicho aeródromo para limpiar sus instalaciones se vio recompensado con una revitalización del viento del este, de tal modo que se dieron las condiciones para que Binter retomase sus conexiones entre la Isla Bonita y las dos capitalinas.

A este respecto, el director de dicho aeropuerto, Felipe Sánchez, detalló a este periódico que el aeródromo palmero “está sometido a una revisión permanente para comprobar que se encuentra en condiciones operativas. En cuanto se detecta ceniza en volumen suficiente en pista y plataforma que pueda dificultar la operatividad no se duda en declararlo no operativo”, aclara con rotundidad sobre algo que, hasta el día de ayer, “ha ocurrido en un total de nueve días de los 70 días transcurridos desde que comenzó la erupción”.

Ahondando en el tema, Sánchez detalla que “la prioridad número uno es la seguridad, pero también mantener el aeropuerto operativo todo el tiempo posible, porque somos conscientes de su importancia para La Palma”. Mirando de frente a la realidad, el director del aeródromo dice que “luchar contra los efectos de un fenómeno natural como una erupción volcánica es algo nuevo para nosotros. Supone un reto, y tengo que admitir que provoca momentos de frustración, porque el volcán es una fuerza de proporciones gigantescas que no da respiro. Afrontamos este desafío con entereza y en total colaboración y coordinación con todos los agentes implicados, como son Enaire, las compañías aéreas, las instituciones…”.

Sobre si es arduo quitar la ceniza, Sánchez aclara que “se trabaja todos los días sin descanso, tanto el personal propio de Aena (en especial el Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios) como el de las empresas externas. Es un esfuerzo considerable, porque se trata de una superficie equivalente a la de cincuenta campos de fútbol”.

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