gastronomía

Producto y fondos: lo que une las cocinas de los Torres y los Padrón

Los hermanos Torres y los hermanos Padrón demostraron la importancia del producto y los fondos en las VII Inspirational Chef Programan que se celebró el pasado fin de semana en el hotel Royal Hideaway Corales, en Costa Adeje.

Las VII Inspirational Chef Program, que organiza el hotel Royal Hideaway Corales, en Costa Adeje, tenían en esta ocasión una particularidad que es que rompía con la habitual jornada a cuatro manos entre dos chefs para en esta ocasión ser dos cenas ejecutadas por ocho manos: Los hermanos Torres y los hermanos Padrón, en el restaurante de estos últimos, El Rincón de Juan Carlos, ubicado en el citado hotel.

Los hermanos Torres, Javier y Sergio, y los hermanos Padrón, Jonathan y Juan Carlos, no solo han sabido disfrutar de este encuentro gastronómico sino que además han creado sinergias a través de dos elementos esenciales en las cocinas de cada uno: Producto y fondos. Que están muy marcados en el menú que presentaron en el restaurante.

Javier y Sergio, que ahora mantienen las dos estrellas Michelin y 3 Soles de la Guía Repsol, en su restaurante Cocina Hermanos Torres, al que denominan ‘La nave de los sueños’, señalaron en una improvisada rueda de prensa que los orígenes de su atracción por la gastronomía está en su abuela Catalina, quien llenaba la casa de aromas, que todavía recuerdan, con sus platos caseros.

Vidas paralelas a las de Juan Carlos y Jonathan, que comenzaron con sus padres en Icod de los Vinos, y luego más tarde, ya fallecido el padre, en Santiago del Teide, donde se independizaron en El Rincón de Juan Carlos, con su madre, Ina, y la incoporación de las mujeres de ambos chefs, María José Plasencia y Raquel Navarro, que se han convertido en unas estupendas sumilleres. Hoy están en el Royal Hideaway Corales y asesoran a Poemas by Hemanos Padrón, en el Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, ambos gestionados por Barceló.

Ambos chefs alternaron sus platos a los largo del menú. El tándem de Juan Carlos y Jonathan abrió la jornada con su empanadilla de lechuga de mar rellena de brandada de bacalao, que sirven con un caldo tibio de porrusalda y caviar. El siguiente plato de ellos fue el pecho de cordero Agnei acompañado con una berenjena madurada y unos mejillones de roca capturados en el propio litoral tinerfeño. Un mar y tierra.

Los Padrón siguieron con un chipirón, en su justo punto, ajo negro y limón en salmuera, plato sencillo pero sabroso. Y remataron la parte salada con un pichón con nuestro ‘mole’, elaborado con cacao y jugo del ave, y un brioche, con los hígados en su interior, que presentan en una caja.

Los hermanos Torres no se quedaron atrás en esta cena en manos de cuatro hermanos. Su propuesta se inició bien con un calamar curado, caldo de ave y caviar, un bocado exquisito. Luego vino la lubina marinada a la sal de cítricos, verduras y una crema de aguacate con ají, plato muy refinado a la vez que muy sencillo.

Si el anterior era sencillo, el siguiente de Javier y Sergio le gana. Bacalao, en su punto perfecto de cocción, escoltado por una esencia de pimiento del piquillo de cristal y ajo negro. El remate final fue para un carré de cochinillo ibérico, peras, tamarindo y migas de pastor, todo un homenaje.

En el turno de los postres Jonathan Padrón sobresale. De entrada unas milhojas de maíz, crema de mantequilla tostada y ajo negro. Sencillez y trabajosa elaboración para un resultado de gran nivel.

Los Torres y los Padrón hacen un homenaje a la fruta por excelencia canarias que es el plátano con caramelo y cacaco, para terminar con el árbol dulce al que nos tiene acostumbrados Jonathan.

María José Plasencia y Raquel Navarro, que cada día están más en forma, presentaron su despliegue vinícola con un Taittinger Prestige Rosé; Trevejos Organic wine 2018 (listán blanco, DO Abona); Abadía Retuerta Le Domaine 2018 (sauvignon blanc, Vino de la Tierra de Castilla y León); Fino Caberrubia (Palomino, Jerez); Louro 2020 (godello, Valdeorras); Chivite Colección 125 (chardonay 2018, DO Navarra); Missión Grapes 2018 (listán prieto, DO La Palma); y Finca Malaveina 2017 (DO Empordá). La parte dulce fue un Los Llanos Negros 2017 (malvasía dulce, DO La Palma) y Chivite Vendimia tardía 2018 (Moscatel, DO Navarra).

La magnífica evolución de los hermanos Padrón hace olvidar los tiempos en que cocinaban, a altas temperaturas, en su restaurante de El Rincón de Juan Carlos, en Los Gigantes (Santiago del Teide) pero no dónde se encuentran sus orígenes que no son otra cosa que el producto y los fondos, como han demostrado en estas jornadas. El cambio del ubicación, apoyados por el director del Royal Hideaway Corales, Fernando Turnes, ha sido sin duda un gran acierto que podría sumar la segunda estrella Michelin.

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