
Por Benjamín Reyes
El cine nació documental. El 28 de diciembre de 1895, los hermanos Lumière proyectaron en París La llegada de un tren a la estación de la Ciotat y La salida de los obreros de la fábrica. Es famosa la anécdota de que los 33 espectadores (entre los que se encontraba el pionero del cine Georges Méliès) pensaban que el tren les iba a arrollar. Algunas de las mejores películas de la historia del cine son documentales, como Nanuk, el esquimal, de Robert Flaherty, o Noche y niebla, de Alain Resnais.
Más de 100 años después, el documental sigue representando la pureza del cine. Cinedfest, el Festival Educativo de Cine, en su novena edición, amplía sus horizontes y en este curso 2021-2022 ha incluido la categoría de cortometraje documental. “Los docentes estaban pidiendo a gritos esta categoría, que facilita la aplicación del lenguaje audiovisual en las aulas a través de la representación de la realidad que rodea al alumnado o indagando en temas de cada asignatura, convirtiendo el documental en una fantástica herramienta transversal”, argumenta David Cánovas, codirector del certamen.
A través de una amena guía didáctica y con el asesoramiento de la directora Alba González de Molina (artífice de Julie, que se alzó con el premio a la mejor ópera prima en el 19º Festival de Málaga), el alumnado conocerá los entresijos de un género que ofrece posibilidades infinitas: del documental histórico al de denuncia social, pasando por el etnográfico o de naturaleza.
“El documental es un formato más libre. No has de tener un gran equipo. Se construye, a nivel narrativo, durante el rodaje. Es un formato más vivo que la ficción”, arguye González de Molina, que ha dirigido Las flores de Jericó, junto a Blanca Ordóñez, un documental que aborda la inmigración, rodado con magros recursos económicos. Un ejemplo de que con poco presupuesto se puede rodar una buena película, que además denuncia la situación de los emigrantes en Canarias. “El objetivo es estimular al alumnado a través de ejercicios prácticos. Les plantearé límites narrativos, técnicos y espaciales para conseguir sus objetivos. Todo como si fuera un juego”, añade.
Tras asimilar las enseñanzas, el alumnado sabrá cómo afrontar una investigación, cómo hacer una entrevista, cómo elaborar una escaleta o cómo encontrar las localizaciones. Aunque se trata de un primer acercamiento a un género que el niño o adolescente suele desconocer, al final sabrá distinguir entre fuentes primarias y secundarias. Algo fundamental en un mundo globalizado y dominado por el buscador Google.
Aparte de la categoría documental, el festival ofrece este curso otras novedades, como las modalidades centradas en Historia de Canarias, cine social o hábitos saludables, con sus respectivos galardones. Asimismo, se entregarán las distinciones de Igualdad y de Tolerancia afectivo-sexual, del Instituto Canario de Igualdad. Esta edición se impartirán, en febrero, dos clases magistrales sobre maquillaje y dirección de arte en TEA Tenerife Espacio de las Artes, a cargo de Ana Marina López (maquilladora) y Lourdes Rojas (directora de arte). “Este año hemos incorporado dos estatuillas a los mejores cortometrajes documentales: por un lado el premio para Infantil-Primaria y, por otro, para el resto de niveles educativos”, informa Cánovas.