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El Gobierno canario reduce el derbi más polémico de la historia a la mitad

Tras superar un cambio de fecha y especularse con que se jugaría a puerta cerrada, el clásico Tenerife-Las Palmas sufre una reducción de aforo y el Heliodoro solo acogerá al 50% de espectadores
El Tenerife homenajeará esta noche al equipo que ascendió a Segunda en 1983
Las gradas del Heliodoro estarán a medio gas para vivir uno de los duelos más esperados de la temporada. Sergio Méndez

Lo que mal empieza, mal acaba. Así ha sido con el derbi canario que el domingo jugarán el CD Tenerife y la UD Las Palmas. Es, sin duda, el duelo de máxima rivalidad regional que más polémica extradeportiva ha originado desde que blanquiazules y amarillos se enfrentan. El último capítulo escrito, hasta hoy, se produjo en la tarde de ayer, cuando el Gobierno de Canarias decidió rebajar el aforo del Heliodoro Rodríguez López al 50%. Esta medida ha generado un profundo malestar en Tenerife y en el CD Tenerife, teniendo en cuenta que el miércoles el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, a través de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, planteó una reducción del aforo de los estadios de fútbol de LaLiga Santander y de LaLiga SmartBank al 75%. “Ahora, el perjuicio, a todos los niveles, es muy elevado”, protestó ayer la entidad presidida por Miguel Concepción, que deberá devolver un gran número de las entradas que había vendido.


Un duelo que nació torcido desde el principio. Cabe recordar que primero tuvo que ser cambiado de fecha, pues LaLiga lo fijó inicialmente para el lunes 3 de enero. Las aficiones protestaron porque entendían que colocar el duelo en un día laboral perjudicaba notablemente al espectáculo. Finalmente, el choque se jugará el domingo, pero con el Heliodoro a medio gas.


Por el camino llegó el incremento de casos COVID generado por la sexta ola y comenzó una batalla entre las dos orillas. En Gran Canaria pedían a gritos jugar a puerta cerrada, argumentando razones sanitarias (sin poder disimular las de carácter deportivo también), mientras que los de aquí solicitaban una reducción de aforo.
La ministra de Sanidad, de acuerdo con las comunidades, estableció el 75% para todos los estadios, tanto de Primera como de Segunda. El Tenerife se frotó las manos entonces, pensando en meter 16.000 almas en su recinto.


Pero el Gobierno de Canarias rebajó esas expectativas hasta el 50%, a pesar de que Blas Trujillo llegó a decir que irían de la mano con lo que decidiera el Consejo Interterritorial de Salud.


Esta decisión se tomó tarde, muy tarde. Y de eso se quejó el CD Tenerife mediante un comunicado que encabezó con la frase “Nos aíslan… pero nunca solos”. “Nos genera una profunda tristeza que una decisión de tan enorme calado se diera a conocer a tan pocos días de la celebración de este importante evento deportivo”, declaró un club, que, a modo de protesta, no llevará a cabo los numerosos actos que tenía previsto (estrenar la camiseta del centenario y el nuevo juego de luces o el homenaje a Lasso, entre otros), y que venía a inaugurar el año que conmemora los 100 años de vida de la institución.

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