
Por Benjamín Reyes
Elsa López (Fernando Poo, hoy Malabo, Guinea Ecuatorial, 1943), junto a Alexis Ravelo, será la narradora del concierto que protagonizará Le Concert des Nations, dirigido por Jordi Savall, el 8 de febrero en el Auditorio de Tenerife, en el 38º Festival Internacional de Música de Canarias. La poeta palmera, de raíces africanas, comparecerá para poner voz a Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz, de Joseph Haydn, que incluye textos de José Saramago con motivo del centenario de su nacimiento.
-¿Cómo casan la poesía y la música?
“En la antigüedad los filósofos hablaban de la conexión entre poesía y música. Desde pequeña me gustaba la música y acudía a los conciertos”.
-¿De qué manera llega a este proyecto?
“El artífice es Jorge Perdigón, director del Festival de Música de Canarias. Imagino que eligen a Alexis Ravelo y a mí por ser escritores. Este concierto se lleva tiempo celebrando con textos del evangelio. Y este año se va a desarrollar con los de José Saramago. Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz es una obra de Joseph Haydn, y Saramago escribió un texto inspirado en su música, Las siete palabras del hombre. Saramago escribe como si fuera Jesucristo. Jordi Savall me parece un músico extraordinario, por eso acepté”.
-¿Cuáles son ‘Las siete palabras del hombre’?
“Estas siete palabras son: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso, ¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!, ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? Tengo sed. Todo está cumplido y Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’. Son las palabras que, según los evangelios, dijo Cristo en la cruz. En alusión a cada una de estas palabras, Saramago escribió un texto”.
-¿Cómo se alternarán su voz y la de Alexis Ravelo?
“Son dos voces narrativas. Las palabras intentan explicar la música. Son siete movimientos. Deduzco que a Saramago le inspiró el sufrimiento de Cristo en la cruz. Seas o no cristiano, si eres una persona sensible, vas a empatizar con su dolor”.
-¿La música cura las cicatrices del alma?
“La música cura absolutamente todo. La música me sosiega, me da ánimos. La música es un soporte de los sentimientos. Cuando asisto a un concierto en mí se producen determinadas emociones”.
-¿La escucha mientras escribe?
“Escucho música constantemente. Desde Clara Montes a El Cigala, pasando por Miguel Poveda o Leonard Cohen. De música clásica, me gusta mucho la música de piano y los conciertos de cuerda”.
-¿Qué autores recomendaría a un neófito para iniciarse en la música clásica?
“En piano, Chopin es fundamental. Me encantan Chaikovski y Rajmáninov. Hay un concierto imprescindible, el quinteto para cuerda de Schubert. Si alguna vez me preguntan: ¿qué música quieres que suene en tu funeral?, a lo mejor pediría este quinteto de cuerda”.
-¿Por qué miramos a los clásicos?
“La música clásica exige disciplina. Es una música que crea muchas expectativas y llena muchos espacios. Mi nieto, desde que tenía tres años, escucha música clásica y con Chopin se queda quieto. Ahora tiene cinco y toca un piano que tengo en casa. Aquí, en La Palma, van muchos niños a los conciertos de música clásica. Por ejemplo, explicándoles Las cuatro estaciones de Vivaldi. Es algo que llama mucho la atención a la gente que viene de fuera”.
-¿Escucha música sinfónica y de cámara del siglo XXI?
“Hay autores jóvenes que me hacen llegar su música y la escucho con verdadero placer. Me niego a cerrarme a las nuevas sonoridades. Aunque a veces me cuesta escuchar la música sinfónica contemporánea. Al final es cuestión de educación musical”.