Una historia de amor. Así describe Pepe Pérez, el dueño del icónico inmueble de la calle El Pilar (que primero ocupó Galerías Preciados y después El Corte Inglés), el camino iniciado hace ya unos años y que, si todo va como debe, se culminará a finales de este 2022 con la inauguración del primer hotel urbano de la cadena Meliá en Canarias. Se trata del Innside by Meliá que, con nueve plantas y 83 habitaciones, a las que se sumará un restaurante mexicano, un club de jazz “clandestino” y una terraza chill out, se convertirá en todo un referente para Santa Cruz.
Ayer, el alcalde, José Manuel Bermúdez, acompañado por distintos ediles, acudió al edificio, aún en obras, invitado por el vicepresidente ejecutivo y CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, y donde también estuvieron presentes el arquitecto responsable del diseño, Juan Carlos Piñeiro, y los cuatro inversores (entre los que hay capital canario), que han aportado los diez millones en los que se valora esta inversión, que ha facilitado BBVA.
El regidor se felicitó ante lo que definió como “un día extraordinario para Santa Cruz. Soy un alcalde muy feliz, porque hay inversores canarios que han apostado por crear riqueza en la ciudad”. Bermúdez añadió que “para nosotros es un día importante, es otro hotel más de una cadena tan importante como Meliá, con 83 habitaciones en el centro de la ciudad, dándole un uso a un edificio que no lo tenía, y uno que, además, crea puestos de trabajo y riqueza. Calculamos que a finales de año o principios del que viene, si la obra va bien, tendremos ya el hotel inaugurado y esos puestos de trabajo en el centro de Santa Cruz creados”.
Gabriel Escarrer concretó que esos empleos serán más de un centenar. “Estamos hablando de unos 70 puestos de trabajo, más todos los que se pueden generar en comida y bebida, que son unos 40 más. En total hablamos de 110 o 115”.
Y es que, tal y como detalló Escarrer, “es un proyecto que nos hace mucha ilusión, porque va a ser nuestro primer hotel urbano en Canarias y venimos de la mano de Innside, que es una marca muy actual y moderna, y creemos que se adapta perfectamente a la cultura local. Ya lo ha explicado perfectamente el arquitecto, que va a ser un hotel que va a marcar un punto de referencia en Santa Cruz, y la verdad es que estamos muy ilusionados con el mismo. Pensamos que puede estar abierto a finales de año o principios del año que viene”.
Además, añadió el CEO de Meliá que este hotel está dirigido “a gente de todas las edades, con un concepto muy actual, viajeros de negocio, pero que también quieren prolongar su estancia un fin de semana con su familia, para eso ofrecemos hostelería urbana vacacional, es decir, alimentos, bebidas, piscina…”.
Oferta gastronómica
En cuanto a la oferta grastronómica y de ocio, “todos los restaurantes que abrimos son para abrirlos al exterior y pensamos que gran porcentaje de nuestros clientes tienen que ser gente local. Creemos que por el barrio en el que estamos un concepto mexicano encajaría muy bien y que abajo, en el sótano, queremos crear un concepto de club clandestino de coctelería, con una influencia importante del jazz, algo que viene a sumarse a la oferta de ocio de la ciudad y con calidad”. Este último espacio, según se detalla en la presentación del proyecto, “estará situado al fondo del restaurante y, de una manera “clandestina”, se situará una escalera camuflada que dará acceso a un Jazz Bar, al cual para acceder se tendrá que facilitar una contraseña. Espacio que ofrecerá música en vivo y espectáculos”.
Esta oferta se completa con la terraza, en la que, explicó Escarrer, “apostamos por un ambiente chill out, como punto de encuentro, de reunión de la gente local, en el que desayunar, almorzar, y cenar”, concluyó el vicepresidente ejecutivo de Meliá.
El arquitecto Juan Carlos Piñeira ofreció los detalles de una estructura que contará con las ya mencionadas 83 habitaciones, de forma que habrá 75 distribuidas entre la primera y la séptima planta, algunas de las cuales tendrán balcones, mientras que en la octava se sitúan ocho suites con grandes terrazas.
Será también en esta última planta en la que esté la piscina, que será uno de los símbolos del hotel, toda acristalada, incluso en el suelo, que estará suspendida y volada hacia la calle. Desde este punto del edificio se podrá disfrutar de una vista de 360º de la ciudad. La fachada, según explicó Piñeira, estará acristalada, y algunas de las habitaciones contarán con balcones.
“En las que no haya balcón, habrá una ventana generosa que se podrá abrir o cerrar pulsando un botón”, dijo. Además, en todas las habitaciones, en cuanto se abra la puerta, se encenderán todas las luces.