El Hospital Nuestra Señora de Candelaria presentó ayer el programa de rehabilitación cardíaca basado en ejercicios físicos y en el apoyo psicológico a pacientes que han tenido alguna patología cardiovascular. Se trataba del único centro público de referencia que carecía de este servicio en las Islas.
La cardióloga y coordinadora de la nueva unidad de rehabilitación cardíaca, Virginia Barreto, aseguró que con estas nuevas instalaciones, patrocinadas al 50% por la Fundación DISA y el propio hospital, se rehabilitarán más de 200 pacientes al año de Santa Cruz de Tenerife, el sur de Tenerife, La Gomera y El Hierro.
“El paciente tiene que saber de la importancia de cada tratamiento para mejorar la adherencia terapéutica y, sobre todo, incorporar el ejercicio físico como hábito de vida saludable”, para lo que llevarán un programa de ejercicios supervisados, así como formación educativa para que conozcan su enfermedad y la medicación que precisan para una vida normal.
Este servicio se empezará a ofrecer a pacientes de alto o muy alto riesgo cardiovascular, sobre todo a quienes tienen insuficiencia cardíaca y, si hay más plazas disponibles, a pacientes con otras patologías cardíacas.
Según la coordinadora de la nueva unidad de rehabilitación cardíaca, en 2019 ingresaron por síndromes coronarios agudos mas de 500 personas, cifra que es “imposible de abarcar” en un único programa como este.
Para entrar en esta unidad no se tendrá en cuenta la edad biológica del paciente, “sino su edad funcional”, agregó. La rehabilitación durará hasta tres meses, en dos o tres sesiones por semana, en función de las necesidades de cada paciente. La unidad cuenta con cintas rodantes y bicicletas estáticas para realizar ejercicios aeróbicos, aunque también harán actividades con mancuernas, y elásticos para finalizar la sesión con estiramientos. Asimismo, la cardióloga insistió en la importancia de desarrollar de cara al futuro programas con Atención Primaria para dar continuidad a esta supervisión de los pacientes a largo plazo, pues así es como se puede constatar el verdadero éxito de la rehabilitación.
La gerente de La Candelaria, Natacha Sujanani, agradeció a la Fundación DISA el impulso de esta unidad, cuyo proyecto se paró debido a la pandemia.
Por último, el presidente de la Fundación DISA, Raimundo Baroja, puso en valor “la perseverancia, el esfuerzo y el trabajo” de los profesionales del centro que se han propuesto conseguir esta sala de rehabilitación.