Las autoridades ucranianas han denunciado que al menos 35 personas han muerto y 134 han resultado heridas en un ataque ruso ocurrido este domingo contra unas instalaciones militares situadas en la región de Leópolis, en el oeste del país, y a solo 25 kilómetros de distancia de la frontera con Polonia.
El ataque ha tenido lugar contra la base del llamado Centro Internacional para Operaciones de Paz y Seguridad, conocido en su día como el centro de entrenamiento militar de Yavoriv para el Ejército ucraniano.
El jefe de la Administración Militar Regional de Leópolis, Maksim Kozitski, ha informado de que Rusia lanzó contra el centro al menos una treintena de misiles, de los cuales ocho impactaron en las instalaciones, en rueda de prensa recogida por el medio local ‘Lviv Portal’.
Kozitski ha identificado los proyectiles como misiles de medio-largo alcance disparados desde la base rusa de Sáratov, a 1.500 kilómetros de distancia, según el sistema de defensa aérea de Ucrania, que consiguió repeler algunos de ellos.
“Entre las víctimas no sólo hay militares y ahora mismo (los heridos) se encuentran hospitalizados”, ha señalado.
El ministro de Defensa, Oleksi Reznikov, ha confirmado que en la base se encuentran “instructores militares extranjeros” aunque ha puntualizado que todavía están intentando recabar más información sobre las víctimas.
La ciudad de Leópolis — donde algunos países occidentales trasladaron sus embajadas en los días previos a la invasión rusa del 24 de febrero — no ha resultado alcanzada, aunque sí han sonado alarmas aéreas entre mensajes a la población para que busque refugio.
En cualquier caso, el ataque de hoy es el primero que tiene lugar en la región desde el comienzo de la guerra, que hasta ahora se ha limitado principalmente al este del país salvo excepciones puntuales.
El alcalde de Leópolis, Andrii Sadovi, ha saltado a las redes sociales para avisar a EEUU y a la OTAN de que ataques como éste son prueba de que la guerra en Ucrania se está acercando cada vez más al oeste.
En un mensaje dirigido al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, Sadovi pide que “entiendan que la guerra está más cerca Rusia ya está en su frontera”.
Por ello, el alcalde ha pedido una zona de exclusión aérea — una opción a la que se opone la OTAN por la escalada que podría representar –. “Tienen combatientes que pueden proteger nuestros cielos. Y cuando digo “nuestros” me refiero no solo a los ucranianos, porque muy pronto esta guerra puede perder el prefijo ruso-ucraniano”.
“Cierren los cielos de Europa”, ha pedido el alcalde en su cuenta de Telegram, en un mensaje recogido por el medio ucraniano TSN.