Es habitual verlo por el barrio de Salamanca. Su estado de salud no es bueno. Nadie que viva en la calle puede tenerlo. En su caso es evidente que necesita atención médica, y un techo bajo el que poder recuperarse. Sin embargo, no quiere ayuda. Los servicios sociales saben de su caso, llevan años atendiéndolo, cuando se deja, algo que pasa cuando su estado de salud empeora tanto que el dolor no le deja vivir. Los vecinos del barrio Salamanca no han querido mirar para otro lado, y conmovidos por su situación, han iniciado una campaña de recogida de firmas para solicitar que, si no se deja ayudar, que sea un juzgado el que permita a los servicios sociales prestarle apoyo aunque sea en contra de su voluntad.
El resultado de la campaña, que inició la Asociación de Vecinos La Arboleda, es la recogida de 144 firmas que ya han hecho llegar a la Concejalía de Atención Social. “La mayoría de las personas a las que hemos solicitado su apoyo lo han hecho sin dudarlo”, explican desde la asociación. Aunque saben que se niega a recibir ayuda, desde La Arboleda se insiste en que no pueden mirar para otro lado ante este tipo de situaciones. “¿Si vieran a alguien en lo alto de un puente no harían nada por ayudarla?”, se preguntan.
Desde el Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), su responsable, la concejala Rosario González, confirma a DIARIO DE AVISOS que ya han recibido las firmas de los vecinos, señalando que lo único que puede avanzar es que lo que piden ya ha sido solicitado por el IMAS desde hace meses. “Este es un caso que conocemos. La Unidad Móvil de Atención (UMA) lleva años interviniendo con él, pero muchas veces se niega a recibir ayuda. Nosotros, desde octubre pasado, nos dirigimos al juzgado para solicitar que nos permitiera prestarle ayuda, y actuar de oficio. Estamos pendiente de que se complete el trámite en el juzgado y nos de una respuesta”, apunta la edil.
Lo cierto es que empresarios y vecinos del barrio están conmovidos por el caso de esta persona sin hogar, de la que cuentan que está siempre ebria, que realiza sus necesidades en la vía pública, pero nunca se mete con los vecinos. “Padece de una enfermedad cuyas dos piernas están hinchadas con pus y sangre. Toma una pésima alimentación, con mal estado de higiene y salubridad (no usa mascarilla), pernoctando en el suelo de portales sobre cartones, mal abrigado. Sufre de un deterioro físico y psicológico muy avanzado por el que puede perder sus dos piernas. Rehúsa reiteradamente todo tipo de ayuda”, así lo describían en el informe sobre las cuestiones que más preocupaban a los vecinos del barrio y que el pasado mes de diciembre realizó la Asociación de Vecinos La Arboleda.
Desde el IMAS se insiste en que si una persona no quiere recibir ayuda no se la puede obligar a recibirla. Solo pueden hacerlo cuando un juzgado, previa solicitud de los servicios sociales, considere que la persona no está capacitada para decidir por sí misma y autorice su ingreso en un centro adecuado, y a que reciba el tratamiento necesario.
Vecinos del barrio Salamanca, en Santa Cruz, reúnen firmas para ayudar a una persona sin hogar
Desde el Ayuntamiento confirman que se está a la espera del juzgado para poder intervenir dado que el indigente rechaza cualquier tipo de apoyo, a pesar de su mal estado de salud