Anabel y su marido, que se mueve en silla de ruedas, llevan tres años sin ir a la playa. La pandemia, primero, y la imposibilidad de reactivar el servicio de baño adaptado en Las Teresitas, después, los han dejado en dique seco. Ayer eran dos de las veintena de personas que se manifestaban a las puertas del Ayuntamiento de Santa Cruz exigiendo un trato “digno” a las personas con discapacidad.
Con gritos como “maltrato es esto” o “aquí no nos escuchan”, personas como Ita o Ángel, en sus respectivas sillas de ruedas, secundaban la protesta convocada por Queremos Movernos ante el retraso en la concesión de una ayuda al baño que les habían prometido para esta Semana Santa.
Preguntados por la oferta del Consistorio para prestar el servicio en el Parque Marítimo, al menos los que ayer se manifestaron rechazan esa opción, porque “no es lo mismo que la playa, que tiene más beneficios”.
La respuesta del Consistorio ante la petición de reactivar el baño adaptado en Las Teresitas
La edil de Acción Social, Rosario González, lamentó que los manifestantes no quisieran escuchar ayer sus explicaciones. Confía en que el servicio pueda estar en marcha antes del verano gracias a la adjudicación de un contrato por cuatro años. “El que teníamos previsto para cubrir el baño en la playa ahora quedó desierto y eso nos ha obligado a buscar una solución sobre la marcha, que ha sido la del Parque Marítimo, donde tendrán ayuda al baño, incluyendo el transporte, que los irá a recoger a su casa”.
Desde Queremos Movernos, su presidenta, Ana Mengíbar, lanzaba un mensaje al Ayuntamiento. “En 11 meses podrían haber preparado un buen servicio. Somos tan ciudadanos como el resto”.
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