Paola Parrales, madre de un niño de 12 años, que desde hace ocho lleva pagando 225 euros de alquiler, consignado a un Juzgado de Granadilla, será desahuciada hoy de su piso en el edificio Las Acacias, en San Isidro, al estar decretado para esta mañana el lanzamiento del Juzgado de Granadilla de Abona, después de que el mismo quedara paralizado en julio y luego en septiembre. La sonrisa que se le dibujó entonces a Paola se convertirá presumiblemente hoy en un llanto desgarrador.
Ni siquiera la documentación entregada por Paola, en la que demuestra el pago a una cuenta bancaria, en el juzgado ha impedido el decreto del lanzamiento, al considerar que la vivienda está a nombre de un familiar de su expareja. Ni la abogada de la plataforma Por el Derecho de una Vivienda Digna Montaña Clara, Tamara Conde, ni la intermediación del Instituto Canario de la Vivienda, como ocurrió en septiembre, han podido, al menos hasta hoy, parar el anuncio del traumático desahucio. Al igual que entonces, un grupo numeroso de vecinos, acompañará a Paola y a su hijo desde primera hora para impedir que sea sacada de su casa. Paola insiste: “Yo soy la verdadera inquilina del inmueble y no la persona que aparece en el lanzamiento, he intentado aclararlo pero el Juzgado no me ha querido atender”.
San Isidro es el núcleo poblacional de Tenerife donde más se da este tipo de situaciones y hay una estadística extraoficial que habla de unos mil okupas en varios edificios que dejaron sin terminar varias constructoras cuando estalló la crisis de 2008. Otros vecinos de Paola también están sujetos a lanzamientos semejantes ante “las ventas fraudulentas de la promotora a rusos, italianos y empresas desconocidas”, declaró Joana, de la Asociación de Vecinos Arguayoda- Las Acacias.
El edificio Las Acacias cuenta con 66 viviendas VPO que construyó Promociones Amojo SL en 2007, hasta que la empresa quebró años después, revendiendo los pisos pese a que hasta 2043 no lo podían hacer, por ser viviendas de protección oficial.
Hablamos con Paola
Media hora antes de que teóricamente se produzca el lanzamiento, hablamos con ella en la cocina de su vivienda en San Isidro, donde lleva 8 años viviendo con un hijo de 12 años. Una veintena de vecinos del edificio Las Acacias han comenzado a apuntalar la puerta para impedir que entre la autoridad judicial.