viruela del mono

Jacob Lorenzo: “No hay motivos para la alarma en la viruela del mono”

El director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias recuerda que ya “tenemos la experiencia de dos años con la pandemia del coronavirus, mucho más potente”

La transmisión de la viruela del mono o monkeypox, una enfermedad zoonótica infrecuente que hasta ahora se había suscrito a unas zonas concretas de África occidental, República del Congo o Nigeria, ha podido dar el salto en las últimas semanas de abril a Europa y América con varios casos, posiblemente importados desde Reino Unido, y que han generado transmisión local en una docena de países.

Descubierta hace 50 años, salta de vez en cuando a países occidentales, pero no de esta forma tan notoria. En concreto, Reino Unido ha tenido en los últimos años algunos casos importados, mientras que en 2003 Estados Unidos registró más de una treintena de infectados al tener contacto más del 95% con un roedor de la familia de las ardillas muy popular como mascota que recibieron el virus de una rata gigante que llegó de algún país del oeste o el centro de África; sin embargo, ahora la transmisión entre humanos ha sido más amplia de lo esperado.

El director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, Jacob Lorenzo, insistió en que las enfermedades infecciosas emergentes “son el resultado de la destrucción de hábitats naturales. Este virus lleva desde 1970 en África y, como suelo decir, cuando afecta al pueblo blanco es cuando nos preocupamos. La culpa la tienen los humanos, cada vez estamos más en contacto con animales que transmiten este tipo de patógenos, y al final el hombre es su propio enemigo. Además, algunos van a África a hacer el tonto y regresan con algún animal sin control sanitario y puede ser un reservorio de virus”.
El experto insiste en que “no hay motivos para la alarma. Estamos viendo por ahora que si somos capaces de controlar bien a la gente que ha dado positivo,

en un par de semanas más debería finalizar esta alerta. El monkeypox no es la COVID que se quedaba en el ambiente; para infectar a una persona debe ser mediante contacto estrecho o por fluidos corporales y gotículas respiratorias de un modo bastante prolongado”.

Para Lorenzo, “no es normal que saltara en el mismo momento en varios países. Hay que investigar qué ha podido ocurrir, rastrear el paciente 0, dónde ha podido producirse el viaje a la región donde la enfermedad es endémica, o si se ha traído algún animal infectado de allí, y dónde pudo reunirse con otras personas y contagiarlas”.

Por último, se mostró “tranquilo”, ya que “las autoridades sanitarias tienen la experiencia de dos años con una pandemia mucho más potente”. Además, España ha sido uno de los primeros países en comprar dosis de vacunas de viruela humana, para empezar a inocular a contactos estrechos y evitar que se siga propagando la enfermedad.

Ahora hay que trabajar en detenerlo

Por su parte, el catedrático emérito de Parasitología de la ULL, Basilio Valladares, afirmó que “sabemos de qué va este virus y sus vías de transmisión, cómo ha pasado de los monos a los pequeños mamíferos o roedores que se utilizan como mascotas y que ha salido de África. Se ha adaptado el virus también a pasar a humanos, y ahora de humano a humano”.

Por tanto, “ya lo tenemos aquí, ahora hay que trabajar en detenerlo. Hasta que empiezan a aparecer las manifestaciones cutáneas, recuerda más a una gripe. Sin embargo, un infectado contagiará a dos o tres personas, un contacto que debe ser estrecho; por lo tanto, hay que cuidarse del contacto con las pústulas y llagas, la saliva, etc.”. En general, “si la gente tiene un comportamiento adecuado, terminará remitiendo en poco tiempo y no habrá afectación hospitalaria”. “Espero que el comportamiento del virus sea como ha sido hasta ahora, que las mutaciones no mejoren su transmisión”.

Insiste en que cada cierto tiempo afrontamos el salto de un virus del hábitat natural al humano. “El VIH, la gripe aviar, la gripe porcina, el SARS, el MERS, el ébola, el SARS-CoV-2, todos se generaron en animales pero con el contacto con humanos terminó adaptándose y contagiándonos. Mientras sean contagios de animales a personas se puede controlar mejor, pero cuando ya se transmite entre humanos, ahí tenemos que intervenir de otra manera”.

Por último, Valladares insistió en “tomarnos en serio el control sanitario. La gente no puede hacer impunemente lo que quiera, no podemos permitir que entren animales y vegetales que nos metan en un problema. Ya tenemos en Canarias los ejemplos de la ardilla, culebra californiana, diversas aves, y en los vegetales o semillas infectadas nos llegaron el picudo, la polilla guatemalteca de la papa, mosca blanca, la termita californiana y otras patologías. Estamos fastidiando nuestras Islas y su entorno por nuestras irresponsabilidades”, finalizó.

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