El presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, fue tajante ayer al ratificar que “apoyamos absolutamente y sin restricción alguna la construcción de la variante de La Laguna, porque es una solución adecuada, rápida en su ejecución, posible hacerla y provechosa al máximo.
Servirá para desahogar la autopista del Norte, la TF-5, y a la vez unificar, de una vez por todas, el municipio territorialmente, que actualmente está dividido por la red viaria existente, obsoleta, atascada y separadora. No se entiende que una ciudad Patrimonio de la Humanidad esté atravesada por una autopista congestionada en todo momento”. “La afectación sobre el territorio va a ser mínima, porque la mayoría del trazado va a ser en túnel, respetando el suelo agrario y los núcleos de población que se encuentran en la zona. Decir lo contrario es pura demagogia, para intentar obstaculizar su puesta en funcionamiento”, afirmó el presidente de Fepeco.
Izquierdo sostuvo que “los beneficios que generará superan cualquier comparación, porque posibilitará una movilidad eficiente, rápida, segura y fuera del núcleo poblacional. Además, tiene una repercusión significativa a nivel insular, porque servirá para hacer efectivo el desvío del tráfico de la TF-5 a su paso por Guamasa y hasta la Vía de Ronda, posibilitando una rambla entre la rotonda del Padre Anchieta y el aeropuerto de Los Rodeos”.
Asimismo, indicó que la variante no afecta solo al municipio, sino que es “de vital importancia para la vertebración territorial de la Isla y, sobre todo, para finalizar el tan ansiado anillo insular, que no solo hay que cerrarlo por el Norte y el Sur, sino también en la zona metropolitana”. “Estamos empezando a ver realidades, por fin parece que se acabaron las promesas para desatascar Tenerife, que ya es hora”, enfatizó.