
Un oxímoron es una figura retórica de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido. Por ejemplo: silencio atronador, soledad sonora, noche blanca… Pues bien, en Canarias, un oxímoron también podría ser vivienda accesible, porque directamente es un contrasentido en sí mismo. Los isleños lo tienen más difícil que nadie para acceder a un domicilio digno por los elevados alquileres, el escaso poder adquisitivo, la colonización de los Airbnb, la nula presencia de pisos sociales y de protección oficial y la poca voluntad política, que también tiene su hueco en todo este enredo. Una tormenta perfecta, en resumen, que ha sido analizada este domingo en el último programa de Informe Trópico, emitido en Televisión Canaria.
Primer dato: seis de cada diez canarios invierten más del 30% de sus ingresos en pagar el alquiler o no pueden comprarse una casa porque el banco no les concede una hipoteca. Es evidente que la pandemia no ha hecho más que agravar esta situación. “[El acceso a la vivienda] está paralizado completamente por falta de vivienda pública. Y con respecto al mercado particular, muy caro debido a los pisos vacacionales, el escaso territorio que hay, que todo el mundo quiere vivir en los mismos sitios…”, reflexiona Isabel Saavedra, abogada del Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria.
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