La Diputación del Común investigará la situación de Aurina, enferma de alzhéimer de 90 años, que reside en San Isidro con su hijo, Jesús, en una vivienda sin suministro de agua desde el pasado 27 de mayo. Ambos viven en un piso de la calle Princesa Ifara desde marzo de 2021, aunque, tras vencer el contrato de alquiler en diciembre pasado, su propietario no le renovó el documento, argumentando que quiere vender el piso.
Madre e hijo, sin embargo, continúan habitando la casa, si bien desde fin de año no pagan el alquiler, “ya que el dueño no quiere, porque busca echarnos”, según Jesús, que explicó a este periódico que el 27 de mayo pasado varios operarios de la empresa de aguas contratada por el Ayuntamiento procedieron a la retirada del contador y al corte de suministro “después de que el dueño diera de baja el contrato”. Desde ese día se asean como pueden, a base de calentar en una olla agua de garrafa.
Jesús se muestra convencido de que el corte de agua es “ilegal” y así se lo ha trasladado al Ayuntamiento de Granadilla de Abona, administración a la que se dirigirá ahora la Diputación del Común para analizar el caso, según pudo saber ayer este periódico.
