La comunidad científica se ha sorprendido por la irrupción de manera simultánea de la viruela del mono en países donde no es endémica y en áreas geográficas muy dispares del planeta. Cuestionado por esta situación, el catedrático de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, Antonio Sierra López insistió, en declaraciones a DIARIO DE AVISOS, que la viruela del mono “no llegará a ser pandemia”.
Considera que “no hay que tener alarma” ante este virus, una enfermedad zoonótica, pero sí “hay que estar vigilantes”. Al considerar que su transmisión se realiza por “contacto estrecho”, hay que estar atentos a los síntomas, como fiebre, dolor de cabeza y muscular, inflamación en los ganglios, escalofríos, agotamiento, así como erupciones en manos y cara, y que pasan por diversos estadios como mácula o crápula, vesícula y pústula.
Recuerda que esta enfermedad se detectó en 1958 en los monos de un centro de investigación de Dinamarca, pero el primer caso en humanos fue en 1970 en un niño de 9 años, “los demás miembros de la familia estaban vacunados de la viruela”.
Los dos brotes importantes se han producido en República Democrática del Congo y en Nigeria, con unos 500 casos cada uno, donde la monkeypox es endémica. “En esta nueva irrupción, Reino Unido y España son los estados europeos con más casos, y en nuestro país, sobre todo en Madrid y Gran Canaria”, recordó. Sierra aclaró que “no es una enfermedad sexual”, aunque ha afectado en su gran mayoría a hombres que tuvieron relaciones con otros hombres, “ya que puede contagiarse cualquier persona que esté cercana al afectado, al ser una transmisión por contacto directo (por saliva, gotículas o contacto cutáneo)”; por lo tanto, “no hay que señalar a ningún grupo por su orientación ni práctica sexual”.
La variante de monkeypox que ha dado el salto es la más ‘leve’ y no ha causado hospitalizaciones ni fallecimientos. Además, la “vacuna de la viruela humana mantiene una protección intensa”.
Antonio Sierra opina que “no va a haber pandemia” pues la capacidad de transmisión se realiza por “contactos estrechos” y los casos “son leves y sin hospitalización”. El experto considera que “la vacunación solo será necesaria para los contactos estrechos de los positivos”. Además, en cuanto a los tratamientos, “hay un antiviral que sin ser específico, está ayudando y da buenos resultados”.
La gripe repunta, inédito en 50 años
Por otra parte, cuestionado por la inusual circulación de virus respiratorios como el de la influenza en estos meses donde ya el calor comienza a notarse, Antonio Sierra ratificó que “parece que a partir de la retirada de la mascarilla se ha producido un rebrote de gripe, que en los últimos 50 años nunca antes se había presentado”.
Aunque el repunte de gripe se lleva produciendo en el grupo de 5 a 14 años, “hay que estar atentos a la evolución de este hecho anómalo”. “La lógica es que la gripe apenas se viera de abril a noviembre, salvo casos esporádicos, pero ha aparecido una onda a partir de finales de marzo al dejar de tener restricciones y la retirada de mascarillas, por lo tanto, por primera vez ha aparecido con mayor intensidad”, confirmó.
Ante la llegada del otoño y el invierno, el experto en Salud Pública considera que “hay que prestar atención a la vacunación de la población más vulnerable, tanto de la gripe como del coronavirus”. Sin embargo, no cree que vuelvan “las restricciones ni un uso obligatorio de la mascarilla”, salvo en los centros sanitarios, residencias sociosaniarias o el transporte público, pero “hay que procurar que las personas vulnerables por edad o por enfermedad, mantengan un uso responsable e inteligente de la mascarilla en interiores, lugares con mucha gente o poco ventilados”.
Normalización
Antonio Sierra recuerda que el SARS-CoV-2 se está comportando “de una manera que no conocíamos” y no tiene nada que ver con la gripe y otros virus respiratorios. “No hay que bajar la guardia”. Su transmisión es muy superior y su mortalidad, siendo baja, también es tres veces superior a la gripe, con lo cual, pese a quitar las medidas restrictivas buscando la normalidad, hay que evitar “el exceso de confianza”.
“Todavía estamos en pandemia, continuó. La llegada de Ómicron y sus subvariantes impulsó los contagios y pese a que ya han descendido, todavía continuamos en riesgo medio”. Posiblemente la llegada del verano “atenúe la transmisión del coronavirus, pero no será un obstáculo” para su desarrollo. “Habrá que aceptarla como una enfermedad común, sin limitaciones salvo en los centros sanitarios y sociosaniarios, así como la protección a las personas mayores de 60 años, en riesgo o inmunodeprimidas, que deberán seguir llevándola”.
Sierra considera que “no se volverá a las duras restricciones anteriores salvo que llegue una variante nueva que tuviera otro repunte de expansión”. Además, instó a la población a vacunarse y ponerse la dosis de refuerzo que corresponda, y asegura que es inevitable que necesitaremos “dosis de refuerzo ya diseñadas para las nuevas mutaciones y variantes, para inmunizar en primer lugar a la población más vulnerable, pero también dirigidas al resto de la sociedad”.