Y con Chanel llegó el Carnaval al Recinto Ferial. La actuación de la cantante eurovisiva logró lo que hasta ese momento solo habían conseguido las comparsas, poner al público en pie, aplaudiendo y bailando, con ganas de fiesta, con ganas de Carnaval. Chanel hizo lo que se esperaba de ella, un espectáculo de baile acompañado por un juego de luces que hizo destacar más si cabe a la artista. El público coreó la canción de principio a fin e incluso la acompañó cuando la cantante se arrancó a cantar a capela el estribillo de SloMo. “Y eso sí que es un pedazo de artista”, empezó a gritar el público para despedir a la cantante, que se fue a ritmo de batucada junto a las comparsas.
Antes, la espera de conocer a las ocho finalistas estuvo amenizada por Abukaka y Darío López, que ya habían animado al público antes de que comenzara la Gala. En medio se coló la sardina en mitad del público, con la cofradía de la Fufa, que anunció que este año indulta a la susodicha. Las comparsas acompañaron el anuncio, mientras los personajes del Carnaval ocuparon una esquina del escenario, pasando casi desapercibidos para el público.
Y llegó otro de los momentos que salpicó de Carnaval la noche, el de recordar los 35 años del récord Guinness de Celia Cruz en Santa Cruz. Las orquestas canarias se encargaron de rememorar tan histórico momento, con un público entregado, entre el que desfiló el grupo de Las Celias. La voz superpuesta de Celia Cruz arrancó uno de los aplausos más intensos de la noche, solo superados por las referencias al partido que el Tenerife jugará hoy, con un grito unánime de “sí se puede”.
El momento de las murgas en el escenario apareció difuminado, solo rescatado gracias al buen hacer de Alexis Hernández, que las invitó a ocupar todo el espacio. El presentador se encargó de justificar por qué no estaban cantando en la Gala y después dio paso a la Fufa, que interpretó su clásico Cubanito dedicado a la eliminatoria que el Tenerife ganó a Las Palmas. De nuevo, Alexis Hernández levantó al público con un riqui raca por y para el Tete.
Con la llegada de las comparsas al escenario, el público terminó de animarse y se puso en pie para acompañar la batucada que durante varios minutos sonó en el Recinto Ferial, recordando que sí, que el Carnaval ya llegó. De nuevo se respiró fiesta y ganas de seguir con el espectáculo.
Tras la actuación de Chanel, que mostró su sorpresa por el recibimiento y felicitó a todos por el Carnaval, fue el momento para que la Reina saliente, Sara Cruz, interviniera, para de nuevo recordar la pandemia, lo sufrido entonces. Sus palabras fueron acompañadas por las imágenes de los grupos recordando lo mal que lo han pasado. El ritmo ganado se vino un poco abajo, quizá porque lo que la gente quiere es olvidar precisamente que ha habido pandemia y que eso quedó atrás.
En cuanto a las fantasías que se vieron anoche sobre el escenario del Carnaval, no hubo sorpresas. Desde el minuto uno el público tuvo sus favoritas y los diseños tiraron de clásicos como las plumas, y entre los que predominaron los plateados y dorados.
Solo Santi Castro se arriesgó con un diseño que mezcló colores y volúmenes, destacando de la uniformidad que el resto de diseños ofrecían. Ese riesgo le valió una nueva Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.