No. No es casualidad. Un artista, cualquier artista, que logre atraer a un concierto en el Wanda Metropolitano -desde hace unos días, Civitas Metropolitano- el mismo número de seguidores que congregaron The Rolling Stones el pasado 1 de junio, como hizo Alejandro Sanz tres días más tarde, merece un respeto. Pero es que, además, Alejandro Sanz no es un artista cualquiera, ni mucho menos.

El cantante madrileño que siempre mira al sur volvió anoche a encandilar -y también a emocionar- al público tinerfeño que tuvo la fortuna de acudir a Golf Costa Adeje, en el penúltimo concierto de su gira Sanz en vivo, que mañana sábado cierra en La Palma, en el Puerto de Tazacorte, encabezando el cartel del Isla Bonita Love Festival.
Había ganas de encontrarse cara a cara con el autor de Corazón partío. Y, por lo que se vivió ayer en el sur de Tenerife, se puede afirmar sin ninguna duda que esta ha sido una espera que ha valido la pena como muy pocas otras antes. Este tiempo de pandemia y restricciones que nos ha trastocado la vida obligó a retrasar el tour internacional del artista criado en Algeciras. Al fin, el pasado 8 de octubre comenzaba en el Rosemont Theatre de Chicago. “El mundo fuera nos estaba esperando… un escenario… vosotr@s era todo lo que necesitaba; volver a respirar de tal manera que tengo el corazón del revés, de volver, de sentiros, de cantaros. Gracias Chicago por este sueño viviente”, expresaba en ese entonces el artista en la red social Twitter.

Ahora, pasados 293 días de aviones y carreteras, de actuaciones en Estados Unidos, Panamá, Colombia, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador y buena parte de la península ibérica, Alejandro Sanz no ha querido olvidarse de Canarias y todas las personas que viven aquí y aprecian las muchas virtudes de un músico único, del que se podrían decir muchas cosas para describirlo, aunque quizás si utilizamos la palabra autenticidad podríamos estar haciendo un ejercicio de síntesis bastante aproximado.

En el concierto de anoche, el intérprete, que el pasado año celebró sus 30 de carrera con el álbum Sanz, se acercó a muchos de esos éxitos que han dado forma a su trayectoria, combinándolos con canciones más recientes. El resultado: una actuación que sumó calidez a este julio tinerfeño, con una puesta en escena que convirtió en inolvidable la velada. Mañana en La Palma habrá otra oportunidad de disfrutar de la música con alma.