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Carta abierta de Jorge García Hernández a Ángel Víctor Torres

Reitera la necesidad de mantener las lenguas y la cultura clásica dentro de la ordenación de las enseñanzas en Canarias
Carta abierta de Jorge García Hernández a Ángel Víctor Torres

Jorge García Hernández, presidente de la Sección Canaria de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, ha remitido una carta abierta a Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, en el que reitera la necesidad de mantener las lenguas y la cultura clásica dentro de la ordenación de las enseñanzas en Canarias.

“El borrador tal como está, marca la ausencia de oportunidades reales para que el alumnado canario curse estas asignaturas en la ESO, lo que supondrá que tampoco las curse en el bachillerato ni, por tanto, en la universidad”, indica.

La carta abierta es la siguiente:

La ordenación de las enseñanzas, que se está desarrollando en Canarias, supone el fin de las lenguas y cultura clásicas, si no se mejora durante la tramitación que se encuentra en curso.

El borrador tal como está, marca la ausencia de oportunidades reales para que el alumnado canario curse estas asignaturas en la ESO, lo que supondrá que tampoco las curse en el bachillerato ni, por tanto, en la universidad.

Se da la circunstancia de que esta orden se ha tenido que aplicar para el próximo curso, antes de su aprobación definitiva por falta de tiempo, por lo que aún es posible resolver adecuadamente este borrador.

Ni la Dirección General de Ordenación, Innovación y Calidad Educativa, ni la propia Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes han mostrado la suficiente sensibilidad con la gravedad y el alcance de esta decisión, por lo que debe ser la presidencia del Gobierno, quien debe tomar cartas en el asunto.

Usted, señor presidente, estudió en la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna, ahora denominada, Facultad de Humanidades, en la que están insertos los estudios grecolatinos. Sería muy doloroso que fuera precisamente Vd, que conoce de primera mano las implicaciones gravísimas que esto supondría, el que contribuyese, por inacción, a la desaparición de los estudios clásicos en Canarias, a la pérdida irreparable del cultivo de estos saberes en estas ínsulas y, con ello, a un gravísimo empobrecimiento de las posibilidades formativas de la juventud canaria.

Se añade, señor Presidente, el agravante de que ni siquiera ha tenido a bien recibir formalmente al profesorado de Clásicas para escucharlo, pese a las reiteradas solicitudes. Tan solo ha aceptado un brevísimo e improvisado encuentro informal. Tampoco su Consejera de Educación ha entendido la necesidad de escuchar al profesorado y ni tan siquiera acusó recibo de las también reiteradas solicitudes de reunión.

El establecimiento de estos estudios clásicos en nuestra universidad supuso un gran esfuerzo en su momento y ha generado muchos frutos, por lo que sus investigaciones han alcanzado relevancia fuera de nuestra tierra.

La citada Facultad de Humanidades y el Departamento de Clásicas, Francesa, Árabe y Románica de la Universidad de La Laguna; y la Facultad de Filología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Instituto Universitario de Estudios y Análisis Textuales de la misma universidad le han instado a que resuelva esta situación.

En el mismo sentido se han manifestado todos los grupos parlamentarios, desde Podemos al PP. Y hasta el mismo grupo parlamentario socialista entendió el planteamiento con las debidas cautelas, naturalmente explicables.

No será necesario explicarle, señor Presidente, que la principal raíz de la cultura occidental se halla en la civilización grecorromana, y que el estudio de las lenguas clásicas ayuda a la juventud canaria a dominar mejor su lengua, una lengua hija del latín.

Como muestra de la necesidad de nuestros estudios, se citará que, si estos hubiesen estado suficientemente desarrollados en el momento de la redacción del estatuto de Canarias, no se hubiese cometido el error de situar a dos perros a los lados del escudo de Canarias, pues su presencia se debe a una falsa etimología de Plinio que ya fue resuelta adecuadamente por el catedrático canario de Filología Griega, Marcos Martínez Hernández.

Paradójicamente, este problema tiene fácil solución, pues no supone desplazar a ninguna asignatura, sino tan solo aumentar ligeramente la optatividad.

En concreto, se trata de las siguientes medidas:

  • La inclusión de la asignatura de Cultura Clásica como optativa en cuarto de la ESO, tal cual está vigente en la orden que se va a sustituir y que goza de gran aceptación por parte del alumnado.
  • La creación de la opción de Latín y Economía, en el grupo de las materias opcionales de cuarto de la ESO, como también se recoge en la normativa vigente y es asimismo una opción muy elegida.

Esta Sociedad da por supuesto que el presidente aceptará la reunión que le sigue solicitando y entenderá la necesidad de adoptar las dos propuestas de mínimos que se le traslada.

Asimismo, da por supuesto que tendrá la altura de miras de evitar responder a esta carta con el argumento de que ya existe la oferta de asignaturas de contenido clásico, o de que se ha añadido una optativa nueva en un grupo de diez, pues, como se le explicaría en la reunión que, por ahora, no ha accedido a mantener, la oferta prevista es más teórica que real. La explicación detallada excede de los límites de un artículo periodístico.

La utilización de este argumento sería un sofisma, que el Diccionario académico define como “Razón o argumento falso con apariencia de verdad.”, argumento propio de los sofistas griegos, pero no de Platón que buscaba la verdad y la justicia.

Jorge García Hernández, presidente de la Sección Canaria de la Sociedad Española de Estudios Clásicos.

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