Ana Rosa Trujillo es la ganadora del concurso de Coplas San Benito Abad 2022, convocado por la Fundación Canaria Los Sabandeños en colaboración con el Ayuntamiento de La Laguna. Y no es su primera vez, esta bióloga y profesora de Enseñanza Secundaria ya jubilada se ha alzado con este premio en ediciones anteriores, así como con segundos y accésit, y también en el concurso Alhóndiga de Tacoronte. En esta ocasión, se premió a su conjunto de 20 coplas tituladas Arena y Sal-Nuestra tierra y sus cantadores, ocho de las cuales fueron interpretadas durante la entrega del galardón, en el marco de la lectura del pregón de las fiestas de San Benito, el pasado 30 de junio.
-¿De qué hablan estas 20 coplas ganadoras?, ¿qué le inspiró?
“Sobre todo de dos cosas que están reflejadas en el título: la exaltación de nuestro paisaje canario, de nuestra gente, de nuestras costumbres, hay una particularmente para La Gomera, porque de pequeña viví allí. Y luego de los cantadores, que me referí a los que han fallecido, a Dacio, José Manuel Mena, María Mérida… Es al sentimiento de ser canario y como nos influye el cantar las folías, o el sentimiento con las malagueñas”.
-¿Desde cuándo participa en este concurso y qué le motivó a hacerlo?
“Creo que la primera vez que participé fue en 2004, y la verdad es que casi todos los años he recibido algún premio, aunque ha habido algún año que no me presenté. Lo hice por probar, porque hacía tiempo que escribía coplas, y no sabía si a la gente le gustaría y si a los cantadores les gustaría cantarlas, y lo que hice fue probar, y si las premiaban pues por lo menos a alguien le gustaba, y así fue. Y como vi que iban gustando, pues lo seguí haciendo”.
-¿Qué se siente cuando escucha a los cantadores interpretar sus coplas?
“Fantástico, es lo mejor todo, para mí vale más que el premio. Es lo que creo que le gusta a todos los autores, porque para tenerlas escritas en un papel, aunque las gente las lea, no es lo mismo que oírlas cantadas, se revalorizan, y más si son buenas voces. Yo tuve la suerte de que, por ejemplo, la primera vez que gané los cantadores fueron Besay Pérez, Javi Hernández y Virginia Rodríguez. Este año lo cantó un grupo que se llama Emuná y Ayla Rodríguez, la hija de ‘El Colorao’, y cantaron estupendamente, sonó muy bien la verdad, porque, además, era en el Teatro Leal, que tiene muy buen sonido, porque otros años la entrega de premios la han hecho en un escenario de la plaza de La Concepción y allí se pierde más el sonido. Sí, es muy emocionante”.
-¿Desde cuándo lleva escribiendo coplas y por qué?
“Yo de pequeña estuve viviendo en La Gomera y allí aprendí a tocar el timple y a bailar algún baile folclórico, y siempre me gustó escuchar folclore. En la Isla hay mucha tradición de romances, puede que de oírlo tanto allí de pequeña se me hubiese quedado un poco la facilidad de saber la forma de hacerlo, la medida y eso. Yo fui poco a poco, a fuerza de escuchar bastante, pensé que yo también lo podía escribir y empecé a probar, pero eso fue hace como 30 años. Empecé con poesía realmente y luego me dio por probar con la copla y como vi que lo podía hacer y que me gustaba, pues seguí”.
-¿Cree que la copla tiene suficiente reconocimiento?
“A mí la impresión que me da es que no se valora mucho la copla y el folclore, porque muchos la consideran la hermana menor de la cultura, y yo creo que no es así, porque es algo completamente característico de nosotros y una folía bien cantada es una cosa preciosa. Pero hay que ir insistiendo a ver si la gente se va acostumbrando, porque que en un baile de magos se meta una verbena con una orquesta es algo que no se debería de hacer, porque lo típico son la parrandas”.
-¿Qué considera que tiene la copla de especial?
“Más que nada es una cosa de sentimientos, cuando oigo una folía bien cantada y que es buena la copla…, porque las coplas tienen que tener una medida y un ritmo y hay gente que se preocupa en lo que tiene que decir, pero no en el cómo”.
-¿Y cómo vive las fiestas de San Benito?
“Desde que estaba en la Universidad estudiando la carrera siempre participaba en la romería de San Benito, entonces es algo bastante cercano y que he vivido bastante. Aunque últimamente un poco menos, pero este año seguramente sí iré porque como hemos estado dos años sin poder ir, pues está uno con ganas”.