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Álvaro Santana Acuña: “En la vida de Gabo siempre hay que esperar sorpresas”

La biografía del profesor lagunero Álvaro Santana está llena de cosas exactas. Es disciplinado, riguroso, estudioso y brillante. Está ligado desde hace años a la obra de Gabriel García Márquez
Álvaro Santana Acuña
Álvaro Santana Acuña, doctor en Sociología por Harvard, publica una nueva biografía de García Márquez. Fran Pallero

La biografía del profesor lagunero Álvaro Santana Acuña (1976) está llena de cosas exactas. Es disciplinado, riguroso, estudioso y brillante. Está ligado desde hace años a la obra de Gabriel García Márquez y acaba de publicar en México (El Equilibrista, Fundación para las Letras Mexicanas) Gabriel García Márquez. Vida, magia y obra de un escritor global. Antes había aparecido en inglés otra obra fundamental: una biografía de Cien años de soledad, que tiene un título principal, Ascenso a la gloria. Pronto estará en las librerías de España y Latinoamérica una obra similar, en español: “Pero no exactamente la misma, sino reescrita”. Álvaro es doctor en Sociología por Harvard y profesor de esta universidad en sus cursos de verano e imparte Sociología en el Whitman College, en Walla Walla, Washington, USA. Hace varios años que el Harry Ransom Center, de Austin, adscrito a la Universidad de Texas, compró los archivos de García Márquez a su familia. La gran exposición de estos documentos sigue abierta hasta el mes de octubre y el profesor Álvaro Santana Acuña es su comisario. Nunca un investigador literario español llegó tan alto para que un centro tan importante como el Harry Ransom le confiara el comisariado de una exposición que se considera fundamental para conocer la vida y la obra del Nobel de Aracataca. He leído en alguna parte que el profesor Santana Acuña está desmitificando el poder de los críticos, mermado gracias a las plataformas digitales. “Ahora son los lectores quienes tienen un gran poder”, ha dicho en una entrevista. Y creo que tiene razón. Apenas tomé notas en mi conversación con el profesor en Los Limoneros, porque más que una entrevista formal fue una charla de amigos. Nos comunicamos algunas veces por WhatsApp el profesor Santana Acuña y yo. Y me consta que cuando ya publique todo lo publicable sobre García Márquez viajará mucho por Francia, para investigar el nacimiento del catastro, otra de sus pasiones. Su conocimiento del patrimonio histórico de Santa Cruz y La Laguna no tiene límites y puede que hasta sea un arquitecto frustrado. “Mi madre se quedaba con los ojos muy abiertos cuando, de niño, le hablaba de urbanismo”, confiesa. A lo mejor por hablar claro sobre los desaguisados de nuestro patrimonio se ha ganado algún enemigo. Le da igual, es un valiente.

-Háblame de tu último libro publicado.
Gabriel García Márquez. Vida, magia y obra de un escritor global es la primera biografía de Gabo escrita con los documentos de su archivo personal delante, muchos de ellos absolutamente desconocidos y publicados ahora por vez primera. Y con aportaciones sonoras y audiovisuales, a través de códigos QR”.

-La obra no se puede adquirir todavía en España. ¿Me equivoco?
“Yo creo que sí, que ya está a la venta. Ha sido editada en castellano en México por El Equilibrista y supongo que en librerías importantes estará ya a la disposición de los lectores”.

(Álvaro me entrega un ejemplar. Lo leí en un día. Es, como dice la solapa, “un libro innovador e imprescindible para descubrir la magia de un escritor global”, con códigos QR que nos comunican con el escritor, con sus amigos, con documentos inimaginables del Nobel colombiano, que efectivamente ayudan a descubrir algunas de esas leyendas, algunas de ellas inventadas por el propio García Márquez).

-¿Caben sorpresas todavía, en la vida de García Márquez?
“Sí, no hace mucho que se halló en su casa de México una caja con cartas de personajes contemporáneos de todo orden. Claro, siempre podemos esperar sorpresas en la vida de un gran escritor”.

-Nos queda, entonces, novedosa gloria literaria para rato.
“Claro que sí, aunque naturalmente el cerco de la investigación se va estrechando. Siempre hay margen para la sorpresa. Este libro, por ejemplo, ha asombrado por la riqueza de la colección de documentos que el Harry Ransom Center adquirió a la familia de Gabo y que no habían visto la luz”.

-¿Y a qué precio?
“Nada del otro mundo. Dos millones de dólares, aproximadamente”.

-Leí con verdadera pasión “Gabo y Mercedes. Una despedida” (Random House), escrito por el hijo mayor de ambos, Rodrigo García, y que dedicó a su hermano.
“Es un libro delicioso, muy bien escrito por Rodrigo, que cuenta cosas que nadie conocía y que se convierte en fundamental para conocer mejor la relación de García Márquez con su familia, con sus amigos y sobre su enorme obra literaria. Y que, por supuesto, cuenta sus últimos momentos. Comprendo las dudas de Rodrigo a la hora de contar estas intimidades, porque el relato es emocionante y entrañable”.

(El libro de Rodrigo García termina con unas frases conmovedoras: “Tengo ahora casi la edad que tenía mi padre cuando le pregunté qué pensaba de noche, después de apagar la luz. Como él, no estoy muy preocupado aún, pero soy cada día más consciente del paso del tiempo. Por ahora, todavía estoy aquí, pensando en ellos”).

Álvaro Santana Acuña
Álvaro Santana Acuña, doctor en Sociología por Harvard, publica una nueva biografía de García Márquez. Fran Pallero

-Volvamos a la exposición del Harry Ransom Center. ¿Y después, qué?
“Pues yo creo que sería un auténtico suceso para Latinoamérica, y también un homenaje a las letras latinoamericanas, que se montara en Colombia. Y espero que así sea; y parece probable que este deseo se cumpla”.

-Me pregunto cómo tienes tiempo de impartir tus clases, de investigar, de escribir libros, de viajar.
“Bueno, reconozco que hago un gran esfuerzo. En poco tiempo, para promocionar mi obra, viajé a Londres, Gantes, Dublín, Padua, Venecia, Trento, Viena, París, Estrasburgo, Madrid, Lieja y Barcelona. Cuando finalicé el periplo, salpicado de conferencias y encuentros, casi no sabía dónde estaba. Fue agotador, pero hay que hacerlo”.

-¡Qué rápidamente se hacen las cosas en los Estados Unidos, Álvaro! El Harry Ransom Center digitalizó en poco tiempo el archivo y eran más de 27.000 imágenes. Lo hizo a través de una beca.
“Sí, y ya tiene más de 800.000 consultas. Y pronto serán millones. Sin embargo, Carmen Balcells vendió a España su archivo, hace 6 o 7 años, y todavía no lo han clasificado. Esto no tiene nombre”.

-¿Te aburrirás cuando ya no puedas escribir más sobre García Márquez?
“No, puede que esto sea inagotable. Pero ya tú sabes que mi próximo proyecto gira en torno al catastro en Francia, a su nacimiento. Se trata, nada más y nada menos, que la formación del Estado moderno en aquel país. Estudiar cómo se pasó de un catastro de buena voluntad, de la declaración voluntaria de la propiedad, o sea un catastro declarativo, al más moderno de mapas”.

-Todo un reto tecnológico para la época.
“Claro, porque el otro, el declarativo, creó mucha corrupción. Cuando el Estado pasó al modelo de mapas fue otra cosa. Ya te dije en la entrevista que mantuvimos hace ahora un año que Napoleón llevaba en una mano el Código Civil y en la otra el catastro, mientras hacía sus guerras”.

-Además de lo concerniente a García Márquez, ¿conserva el Harry Ransom Center otros documentos que sean joyas de la literatura?
“Claro, posee manuscritos de gran valor de Faulkner, Hemingway, Borges, Virginia Woolf, Joyce. Las pruebas de imprenta del Ulises, de Joyce, por ejemplo, están allí y escritos originales de Samuel Becket, de Graham Greene y de otros muchos”.

-¿Por qué esa pasión tuya por el patrimonio histórico, por la propiedad, por la organización de las ciudades?
“Te conté, me parece recordar, que con 11 o 12 años le presenté a mi madre un proyecto de ciudad para La Laguna. Ordené unos enormes solares que han sido maltratados, que han acabado fatal. Yo era un niño, pero tenía una visión impropia de mi edad sobre el urbanismo. Nadie hablaba del medio ambiente, pero yo sí. Mi madre se quedó maravillada. Y esa especie de obsesión por el urbanismo me ha seguido persiguiendo con los tiempos”.

-El día 22 vuelves a viajar. ¿A dónde esta vez?
“Primero a Alemania y luego al Whitman College, para incorporarme a mis clases de Sociología”.

(Hace unos días, Álvaro Santana Acuña impartió una conferencia en el Casino de La Laguna. Habló de sus preocupaciones medioambientales y de las relativas a la ordenación territorial. Le embarga el mismo amor que por Santa Cruz y La Laguna tuvo su abuelo, una persona muy querida para él, don Félix Álvaro Acuña Dorta, alcalde que fue de Santa Cruz y partidario de la fusión de ambas ciudades, por lo que algunos combatieron con fiereza sus teorías, mil veces expuestas en artículos periodísticos. Yo tuve el placer de conocer y tratar a don Álvaro Acuña, una de las personas más honestas que he conocido).

-Tú impartes cursos de verano en Harvard. ¿Cuánto cuestan?
“Unos 3.000 dólares, más el alojamiento. Hay muchas formas de costear estos estudios porque la universidad cuenta con sistemas de financiación. La matrícula de un año académico en Harvard puede estar entre 50.000 y 65.000 dólares, dependiendo de qué carrera siga el alumno. No incluye gastos de manutención, ni gastos personales. Es decir, que un curso puede salir hasta por 90.000 dólares. Harvard tiene una solidez económica grande, a través de compañías de inversiones, las enseñanzas son excelentes y no están al alcance de todo el mundo, aunque ya te he dicho que existen financiaciones específicas para que los alumnos puedan matricularse. Estamos hablando de la élite”.

-Vaya diferencia de educación con la nuestra.
“Sí, claro, no vale la pena comparar. Estamos hablando de otro mundo”.

(Me ha dedicado su libro Gabriel García Márquez. Vida, magia y obra de un escritor global. Escribió: “Para mi querido Andrés, feliz de regalarte este libro de ese escritor que tanto admiras y deseoso de que pueda descubrirte secretos de su escritura. Con la promesa de verte pronto para entregarte el otro libro en español, te mando un abrazo”. Y pensar que yo conocí a Gabriel García Márquez en la tienda de Vogue del CCCT de Caracas (Centro Comercial Ciudad del Tamanaco) y que le cedí una camisa que nos gustaba a los dos. Me olvidé de hablarle de este encuentro a Álvaro, pero creo que lo incluyo en mis memorias).

-¿Quedan otras revoluciones antes de que todo esto se acabe?
“Sí, claro, espero que dé tiempo. Queda la del metaverso, la de las cripto monedas y unas cuantas más, como los NFT”.

-¿También estás al día en eso?
“Lo procuro. Las nuevas revoluciones cabalgarán a lomos de Internet”.

(NFT: Token No Fungibles, por sus siglas en inglés. Activos digitales encriptados, únicos, indivisibles, transferibles y con la capacidad de demostrar su escasez, Wikipedia dixit).

-Y yo con estos pelos.

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