conversaciones en los limoneros

“Los canarios se están dando cuenta de que debemos consumir lo que fabricamos en las islas”

Esteban Reyes Hernández (La Laguna, 1967) director general de El Masapé
Esteban Reyes (El Masapé): “Los canarios se están dando cuenta de que debemos consumir lo que fabricamos en las islas”
Esteban Reyes Hernández (La Laguna, 1967) director general de El Masapé. | Fran Pallero

Una empresa que va viento en popa, El Masapé, propiedad de la familia Ramos, en plena etapa de expansión, necesitaba un director general que dominara los mercados. Por eso hoy Esteban Reyes Hernández (La Laguna, 1967) es el director general de esta empresa, que ustedes conocen ya, por otras entrevistas con sus directivos, que comenzó en la cocina familiar de una casa gomera, produciendo galletas al estilo tradicional. Hoy es una industria de alimentación, con dos fábricas, una en Alojera (La Gomera) y otra en Güímar (Tenerife); y yo les digo que producen unas delicias gastronómicas que se venden en un montón de puntos, no ya solo en Canarias sino también en la Península. Y pronto dará otro salto, sus directivos quieren que a países europeos y a los Estados Unidos. Esteban Reyes Hernández es MBA en Dirección de Empresas y Marketing, master en Prevención de Riesgos Laborales e ingeniero informático. Ha trabajado en empresas de distribución, en una de las grandes bodegas de Tenerife, Ocampo, y se ha convertido en uno de los más experimentados vendedores de los productos que comercializa. Por eso fue fichado, hace siete meses, por El Masapé, que necesitaba abrir nuevos puntos de venta y distribuir a lo grande sus exquisitos productos. El Masapé está ligado al restaurante Los Limoneros, porque pertenece a la misma familia. Es una de las empresas canarias que se ha tomado muy en serio la fabricación de productos tradicionales, con un sello de calidad y sobre todo creyendo en lo que hace. A Mariano Ramos, que fundó la empresa en 1987 vendiendo las galletas que hacía su suegra –y que aún trabaja en ellas—, se le ilumina la cara cuando le hablan de su “niña bonita”, El Masapé. Y Esteban Reyes, la persona que contestará nuestras preguntas, ha tomado bien firme el timón de la dirección general.

-Mira que han crecido.

“Sí, bueno, lo que empezó como una curiosidad, como una pequeña empresa artesanal, va camino de convertirse en algo muy importante”.

-¿Cuántos empleados tienen ya?

“Hemos superado la barrera de los veinte.

-¿Y las fábricas?

“Bien, ya no producimos sólo en la pequeña fábrica de Alojera, sino que hemos montado otra en Güímar, que cubre de momento nuestras expectativas de ventas.

-Esto ha sido producto de un gran esfuerzo personal.

“Por supuesto, de los fundadores-propietarios, sobre todo. Ellos creyeron en la idea, le dieron forma y pusieron las bases para conseguir lo que se ha logrado. Y todo empezó en 1987, en una pequeña cocina de La Gomera. Como tantas cosas de esta tierra, que comienzan así”.

-¿Cuáles son los productos que fabrican en la actualidad?

“Galletas, almogrote, savia de palmera (ya sabes que no se le puede llamar miel de palma, por normativa europea), mojos y mermeladas de distintos sabores que están teniendo un éxito que no esperábamos, al menos tan pronto”.

-¿Cuál es el futuro de esta industria?

“Consolidar lo que producimos y abrir nuevos mercados, siendo fieles a la tradición, que es como decir siendo fieles a la política fundacional de la empresa”.

-Supongo que la tecnología de las fábricas también cambia.

“Estamos al día. Por supuesto que ser fieles a la tradición no implica abandonar las nuevas tecnologías. Los ingredientes de los productos son los mismos tradicionales, pero en cuanto a su fabricación los tiempos avanzan. Se mejora en ello y hemos incorporado la tecnología del siglo XXI en su creación. Pero quede claro que somos fieles a la más pura tradición”.

-¿Se ha convertido Canarias en un mercado de gran consumo?

“Con el turismo, desde luego. Seguramente que no con la población autóctona exclusivamente, que son dos millones y pico de habitantes, pero si se le añaden los doce millones de turistas al año, o más, que recibimos, una industria como la nuestra puede dar el gran salto”.

Esteban Reyes (El Masapé): “Los canarios se están dando cuenta de que debemos consumir lo que fabricamos en las islas”
Esteban Reyes (El Masapé): “Los canarios se están dando cuenta de que debemos consumir lo que fabricamos en las islas”

-¿Se quedarán sólo en Canarias?

“No, estamos en pleno proceso de expansión. Ya vendemos en varias regiones españoles, como Cataluña y Andalucía, y pronto estamos en Madrid. Nuestra intención es llevar los productos de El Masapé a los Estados Unidos y a países europeos, con la ayuda de las autoridades de Comercio estatales y autonómicas, Icex y Proexca. Estamos en ello en este momento. Quiero agradecer a este respecto la ayuda de Pilar Merino, su colaboración en las tareas de consolidación de todo lo que hacemos”.

-Tú has llegado nuevo a una empresa que desconocías. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación?

“Bueno, la empresa quería un especialista en marketing, en ventas y en dirección. Me conocían, sabían de mi trayectoria anterior sus propietarios y la adaptación, como tal, ha sido muy fácil. Estoy encantado con lo que estamos consiguiendo”.

-¿Los competidores?

“En nuestro sector los hay y son muy buenos. Para nada los subestimamos, todo lo contrario. Y procuramos mantener las mejores relaciones con ellos porque luchando juntos podremos sacar las industrias alimenticias canarias adelante”.

-¿Este cometido te viene de familia, Esteban?

“No, mi padre era marchante de ganado. Pero me enseñó una cosa que jamás he olvidado: ser fiel a la palabra dada. Basado en ese concepto nunca fallo, siempre doy la cara y también doy la vida por las empresas en las que trabajo”.

-Creo que la fabricación del almogrote de El Masapé ha alcanzado cifras muy altas.

“Necesitamos sesenta toneladas de queso al año para fabricar nuestro almogrote. No lo podemos conseguir todo en Canarias, esta es la verdad. No hay producción. Necesitamos quesos curados para lograr la perfección en el producto y tenemos que importarlos, al menos en parte”.

-¿Y la miel de palma?

“Por respeto a las denominaciones de origen europeas no podemos llamarla así oficialmente, aunque, claro, tampoco podemos evitar que la gente lo haga. Se trata de la savia de palmera, de nuestras palmeras, mediante un sofisticado proceso de producción. Es otro de nuestros productos estrella, que está a la venta en todos los mercados. A veces nos faltan guaraperos, aunque uno de ellos puede ganar 2.000 euros al mes. Pero conseguimos las palmeras suficientes y la mano de obra adecuada, por el momento. Nos gustaría que fuera más fácil lograr personal especializado”.

-¿Tienen pensado en contratar más personal?

“Sí, pero a medida que aumente la producción. No vamos a hacerlo sino cuando vayamos creciendo. El personal se tiene que sentir a gusto y nosotros también. Esta es una simbiosis necesaria en cualquier empresa que se precie”.

-¿Solicitarán certificados de calidad internacional?

“Ya tenemos la ISO y estamos con la internacional IFS. Nosotros vendemos productos de calidad, con absoluta garantía en todos los sentidos. Quienes crean que en Canarias no hay empresas que trabajan con esa garantía están equivocados. No sólo nosotros sino varios de nuestros competidores lo hacemos muy bien. Las islas han avanzado mucho en este sentido”.

-¿Venden a través de Internet?

“Estamos transformando nuestra página web, que se nos había quedado un poco atrás. La estamos reestructurando por completo, precisamente para que todo el mundo pueda hacer sus pedidos con mucha comodidad. Y para que conozcan lo que hacemos. Y tenemos un grupo de vendedores muy bien formados y otro de repartidores dotados de vehículos perfectamente acondicionados para que los productos que salen de las fábricas no pierdan la cadena de conservación adecuada”.

-¿Qué productos son los que se han modificado y mejorado?

“Todos, porque el éxito de las mermeladas ha sido fantástico. Pero hay tres que yo considero estrellas y que hemos mimado todavía más: las galletas, el almogrote y la savia de palmera. A ellos les hemos dedicado muchos esfuerzos para intentar colocarlos en el top”.

(Mariano Ramos y su cuñado Domingo Manuel Ramos, que son los propietarios de El Masapé, me han hablado muchas veces de los duros comienzos y del momento tan dulce que están viviendo en estos años. Yo he probado todas estas exquisiteces canarias y puedo dar fe de la sabiduría gastronómica que destilan. Ya digo que todo empezó con la labor de la suegra de Mariano, y madre de Domingo Manuel, en La Gomera, fabricando galletas artesanales con una vieja receta tradicional que se ha convertido en un producto conocido y reconocido en todas las ferias de alimentación. Ahí comenzó todo y pasaron los años –desde 1987— y resulta que las fábricas abastecen a un mercado plural, pero además muy exigente. Y la última etapa de la empresa ha sido el “fichaje” de mi interlocutor, Esteban Reyes Hernández, con una gran trayectoria en el mundo del marketing y de las ventas a grandes superficies).

-¿Tú crees que el canario se decanta hoy, por fin, por sus propios productos?

“Poco a poco se va consiguiendo. Los visitantes han dado el ejemplo, porque ellos sí quieren saborear nuestros productos. El canario, poco a poco, se va subiendo al carro. Y va comprendiendo que nadie puede hacer más por las islas que nosotros mismos. Así que se ha originado un cambio en los mercados y ahora sí queremos consumir lo que hacemos y más si está fabricado con cariño y con garantía de calidad. No hay otros secretos que los que te digo”.

-Otro aspecto importante es la presentación de lo que fabrican.

“Hemos puesto todo el cuidado en ello, porque está claro que la presentación forma parte de una empresa de alimentación que se precie. Y creo que lo hemos conseguido. Los nuestros son una especie de productos de boutique, pero al alcance de todos los bolsillos y con una calidad –nuestro mejor sello— perfectamente contrastada. Lo que sale de fábrica pasa por varios filtros para que llegue al consumidor en perfectas condiciones”.

-¿Te ves muchos años en esto?

“Yo creo que hasta que me jubile, que no sé si me queda poco o mucho, pero desde luego me encuentro muy a gusto comercializando y dirigiendo una empresa como El Masapé. Tengo a mi lado a los propietarios, con los que me identifico plenamente: a Mariano Ramos, a Domingo Manuel, al hijo de Mariano, Josep, formado en los Estados Unidos y que está loco por exportar a este país nuestros productos. Estamos llenos de proyectos y muy pronto vamos a hacerlos realidad”.

-Sin prisa, pero sin pausa.

“Tú lo has dicho, tomando las decisiones que haya que tomar, pero con los ojos mirando al horizonte y con los pies en el suelo. Para nada queremos correr. El recorrido hasta el momento ha estado lleno de éxitos que no hay que estropear”.

-Pues mucha suerte.

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