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El Camino del Peregrino, que nadie quiere mantener, pasto del rabo de gato

Diez años después de concluido el sendero desde Añaza hasta Candelaria, que costó nueve millones de euros, ni el Gobierno de Canarias ni el Cabildo se hacen responsable del mismo, ni sirve para lo que se creó por estar considerado inseguro en algún tramo
El Camino del Peregrino, que nadie quiere mantener, pasto del rabo de gato. DA

Nueve millones de euros tirados, literalmente a la basura. Diez años después de terminada la obra, el llamado Camino del Peregrino que teóricamente iba a unir Santa Cruz de Tenerife -desde Ofra- hasta Candelaria hoy es pasto del rabo de gato, sin que Gobierno de Canarias ni Cabildo se hagan responsable de su mantenimiento.

Una obra que nunca recepcionó el Cabildo, entonces con José Luis Delgado al frente del área de Carreteras, por considerarla “mal ejecutada”, al igual que otros enlaces en la zona de Añaza y Radazul, y del que el Gobierno de Canarias -ahora con Delgado como director general de Infraestructuras Viarias- no se hace responsable, al “no ser parte de la autopista y estar entregado al Cabildo”, afirma, mientras no recuerda “quién decidió hacer ese camino, pero he oído que fue una imposición medioambiental cuando se tramitó la Declaración de Impacto Ambiental”.

En concreto, el sendero se construyó entre 2010 y 2012 para facilitar la peregrinación a la Villa Mariana, dentro del proyecto de las mejoras ambientales de la autopista del Sur y dentro de una partida de 24,5 millones de pesetas ajena al presupuesto proyectado para la ampliación de los tres carriles de TF-1  desde Santa Cruz a Güímar. La idea entonces era la recuperación ambiental del entorno de la autopista, pero lo logrado ha sido todo lo contrario, sin mentar el caos originado entre Tabaiba y Añaza por las escorrentías, sin previsión de desagües y con enlaces que se olvidaron de paradas de guaguas y de sus respectivas aceras para transitar por seguridad al lado de la autopista. El sendero peatonal, propiamente dicho, tiene hoy cinco kilómetros de longitud, desde Añaza hasta Candelaria, porque no se puede considerar tal los tramos urbanos desde el Hospital Nuestra Señora de Candelaria hasta Añaza.

El tramo desde Barranco Hondo a Las Caletillas está considerado peligroso, por ser casi imposible una evacuación / S.M.

El Camino del Peregrino tiene en sus inicios 2,5 metros de ancho y está protegido en algunos tramos con mamparas o barandillas metálicas, contando con un puente metálico de 62 metros que cruza el barranco de La Higuera y acerado de 1.2 kilómetros hasta tramos en cunetas al borde de la autopista, hasta volver a un paseo amplio desde Varadero hasta el Círculo de Amistad, en Barranco Hondo. Desde allí sale hasta Las Caletillas un camino de apenas 1,5 metros de ancho sobre traviesas de madera sujetadas con barandillas metálicas. Un tramo de unos 500 metros considerado inseguro y que desde 2013 el Cabildo cierra en los días previas a las grandes peregrinaciones a Candelaria (2 de febrero y 15 de agosto). “El camino sobre Bajo la Cuesta no es seguro, porque la evacuación es muy complicada”, reconoce Tomás Félix García, director insular de Carreteras, que insiste en que el Cabildo “ni puede ni quiere mantener ese Camino del Peregrino, entre otras razones porque no se recepcionó al no ser una obra vinculada a la autopista”. En cualquier caso apunta que la solución pasa porque “el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos por donde discurre se pongan de acuerdo”.

El sendero, hecho para los peregrinos hace diez años, se utiliza hoy para pasear, allí por dónde se pueda / S.Méndez

En este aspecto, Mari Brito, alcaldesa de Candelaria, afirma que “es la eterna discusión o debate entre Gobierno de Canarias y Cabildo, ya no sé cómo llamarlo. He hablado con unos y con otros, desde el mandato anterior, y me dicen desde el Cabildo que no está en el inventario, porque el camino no fue recepcionado en su día, pero aunque no esté en el inventario no quiere decir que no sea tuyo. Y José Luis Delgado, cuando le he preguntado, me dice que según el decreto de transferencias entre Gobierno de Canarias y Cabildo, todo lo que esté en una serie de metros en la servidumbre de la autopista eso es competencia de conservación de carreteras, que por lo tanto es competencia del Cabildo. Nosotros lo único que hemos hecho, cuando tenemos personal, es limpiarlo de rabo de gato y de maleza, porque sabemos que esporádicamente la gente va por ahí a caminar, pero lo cerramos durante las fiestas, por seguridad, porque no sabemos cuántas personas podría albergar. En definitiva, solo lo limpiamos cuando podemos, pero otro tipo de mantenimiento no podemos hacer, porque no es nuestra responsabilidad”. Y pone el ejemplo del inacabado puente de Brillasol. “Cuando quisimos actuar en él se nos dijo desde el Gobierno que nosotros no podíamos tocar ese puente”.

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