santa cruz de tenerife

Dos años para que el Templo Masónico de Tenerife recupere su esplendor

El Ayuntamiento escenifica el comienzo de una rehabilitación que se alargará hasta 2024 y que pretende hacer del inmueble un punto de referencia del patrimonio histórico de la ciudad
Dos años para que el Templo Masónico de Tenerife recupere su esplendor

El próximo año se cumplirá el primer centenario de la que hoy es una de las fachadas más importantes con las que cuenta Santa Cruz, la del Templo Masónico de Tenerife. Se terminó en 1923, y antes, en 1900, se inició la construcción del edificio. Sus deterioradas esfinges, sus columnas descascarilladas, sus salones, que ni siquiera son la sombra de lo que fueron, o la gruta excavada en la tierra que está bajo sus suelos, fueron testigos ayer del comienzo oficial de las obras de rehabilitación. Después de un largo camino administrativo, más de 15 años, por fin está todo listo para arrancar una obra que tiene un plazo de 24 meses de ejecución y que cuenta con un presupuesto de tres millones de euros.


Ayer, junto al alcalde, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Obras, Dámaso Arteaga, se encontraba el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, a quien invitó el alcalde expresamente, puesto que, como recordó, “gracias a una enmienda de Nueva Canarias a los presupuestos del Estado hemos conseguido esos tres millones que sustentan la rehabilitación integral del edificio”.


Se trata de una rehabilitación íntima, en la que no se verán grandes maquinarias, ni una gran cantidad de obreros entrando y saliendo del templo. El rigor, a la hora de respetar los símbolos que hacen que el Templo Masónico sea único en España y probablemente en Europa, y el mimo a la hora de devolver el esplendor a la Sala de Tenidas, el Salón de Los Pasos Perdidos o el de Ágapes, son las pautas a seguir en esta rehabilitación.


“Estamos ante el ejemplo de arquitectura masónica más importantes de España y casi con toda seguridad de Europa”, apuntó Bermúdez, quien recordó que existe un convenio con la Gran Logia de España para que los archivos de la Logia de Añaza, impulsora de la construcción del templo, queden alojados en el edificio tras su rehabilitación.


Tal y como explicó Arteaga, el edificio se convertirá en un espacio más del patrimonio histórico de la ciudad, que contará con visitas guiadas en las que se contará toda la historia de tan singular inmueble. También podrá ser usado por las Logias que así lo soliciten para celebrar sus reuniones. “Se convertirá en un referente de la ciudad”, apuntó.


Por su parte, Román Rodríguez admitió que es uno de los muchos ciudadanos que ha pasado multitud de ocasiones por la calle San Lucas sin pararse a contemplar el Templo Masónico, admitiendo así la importancia de difundir el rico patrimonio histórico de la ciudad y poniéndose como ejemplo del desconocimiento sobre hitos tan importantes como el propio Templo Masónico. “Queremos aprovechar la presencia de Nueva Canarias en el Congreso para beneficiar a todos los canarios, por eso siempre me dirijo a las principales administraciones para que me digan qué proyectos necesitan impulsar. En este caso, el alcalde me señaló este, como antes había hecho con Valleseco”, apuntó Rodríguez. Bemúdez bromeó y le pidió que dijera “la verdad”, porque “te mandé diez proyectos”.

Intervención


No habrá una orden en la restauración, tal y como explicó la arquitecta responsable de la obra, María Nieves Febles, quien señaló que “comenzaremos levantando el suelo de la Sala de Tenidas, que como todo en este edificio tiene un significado, y luego continuaremos con los distintos trabajos”. Y es que la citada sala, donde se realizaban los principales actos de las logias, se reproducirá tal y como era originalmente, recreando la bóveda policromada que cubría el artesonado de madera, que es lo único que queda ahora. También se reproducirá el estrado en el que el “venerable maestro”presidía los ritos, las dos columnas que daban paso desde el Salón de los Pasos Perdidos y se repondrán los capiteles de las columnas que adornan la sala, así como el color rojo característico de la habitación.


Una de las partes que hacen único el Templo Masónico es la gruta excavada en la roca, bajo el edificio, y que en sus inicios era el espacio en el que los aspirantes a formar pare de la Logia, debían pasar tres días, un ritual a través del cual abandonaban su condición de hombres para entrar en el mundo de la sabiduría de la mano de la masonería. Este espacio, confirmó el alcalde, será visitable.

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